APUNTE.COM.DO, Santo Domingo. La tensión entre Estados Unidos y Venezuela ha alcanzado niveles alarmantes, con Caracas alertando desde hace semanas sobre un posible ataque militar por parte de Washington. Lo que comenzó como operaciones contra el narcotráfico en aguas caribeñas ha derivado en acusaciones cruzadas, movilización militar y una retórica beligerante que recuerda a momentos históricos de máxima tensión.

¿Qué ha pasado hasta ahora?

1. Operaciones militares en el Caribe

Estados Unidos ha desplegado al menos siete buques de guerra, incluidos destructores, un crucero y un submarino nuclear, en aguas cercanas a Venezuela. 

Según la Casa Blanca, estas operaciones están justificadas en la lucha contra el narcotráfico, pero críticos señalan que la escala sugiere intereses geopolíticos más amplios. 

El secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, confirmó ataques a lanchas en alta mar, supuestamente vinculadas al «Tren de Aragua», una banda criminal venezolana. 

 

2. Respuesta de Venezuela

Nicolás Maduro advirtió una transición «de la lucha no armada a la lucha armada» si EE.UU. ataca. 

En un acto público, Maduro dijo que hay un alistamiento de civiles, milicianos y entrenamiento de la población para responder en caso de agresión. 

El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, amenazó con una «respuesta en legítima defensa» si el ataque parte desde territorios de terceros países como Guyana o Trinidad y Tobago. 

Además, Maduro denunció la presencia de 1.200 misiles estadounidenses apuntando a su país, calificando la situación de “amenaza mayor” en el Caribe. 

 

3. Llamados diplomáticos y alarma internacional

Venezuela envió una carta al Consejo de Seguridad de la ONU, pidiendo una reunión urgente para frenar lo que describe como “planes de agresión estadounidense en curso”. 

Washington, por su parte, emitió una alerta para sus ciudadanos, recomendando no viajar a Venezuela por riesgo de detención ilegal, terrorismo y disturbios. 

Maduro también acusó a Trinidad y Tobago de servir como “portaviones” para Estados Unidos. 

 

4. Planes de guerra y resistencia

Según fuentes citadas por Reuters, Venezuela estaría preparando una estrategia de “resistencia prolongada”: unidades pequeñas especializadas en sabotaje y desorden urbano para responder si EE.UU. lanza un ataque. 

Este plan se considera una admisión de las limitaciones militares de Venezuela, cuya fuerza convencional sufre por falta de recursos, moral baja y equipamiento obsoleto, según los analistas. 

Maduro ha buscado apoyo diplomático con países como Rusia y ha enfatizado la movilización de su milicia nacional como elemento disuasorio.

 

5. Amenazas a países vecinos

El gobierno venezolano ha advertido a Guyana y Trinidad y Tobago que cualquier acción que permita una agresión contra Venezuela desde sus territorios provocaría una respuesta militar. 

Al mismo tiempo, Caracas denunció un plan de “extremistas” para atacar la embajada de EE.UU. en Caracas, lo que ha aumentado el nivel de alerta diplomático. 

 


¿Qué tan real es un ataque?

Fuentes militares estadounidenses, citadas por medios como NBC, han confirmado que se están estudiando opciones para atacar dentro del territorio venezolano, especialmente contra laboratorios de narcotráfico y objetivos estratégicos. 

Sin embargo, otras voces sugieren que el despliegue estadounidense, aunque imponente, podría ser también una estrategia de presión política, más que un preludio a una invasión a gran escala.

Por otro lado, la debilidad interna de las fuerzas militares venezolanas —equipamiento envejecido, deserciones, bajos salarios— puede poner en duda la capacidad de una defensa convencional, lo que hace que la estrategia de “guerra de guerrillas” planteada por Caracas sea su carta principal. 


¿Qué significa para la región?

Un enfrentamiento directo entre EE.UU. y Venezuela tendría consecuencias graves para el Car