APUNTE.COM.DO, SANTO DOMINGO. – En la vida, pocas experiencias resultan tan intensas y transformadoras como el amor. Sin embargo, tras una desilusión o ruptura, muchas personas sienten miedo de volver a abrir su corazón. Apostar nuevamente al amor implica valentía, apertura y la convicción de que el riesgo puede traer consigo una recompensa invaluable: la posibilidad de construir vínculos más sólidos y significativos.

El amor es un terreno donde confluyen emociones, expectativas y aprendizajes. Después de una experiencia dolorosa, es natural que surja la resistencia a confiar de nuevo. Según el psicólogo clínico Dr. Minaya, especialista en relaciones afectivas, “el miedo a ser lastimado es una reacción humana comprensible, pero no debería convertirse en un obstáculo permanente. La capacidad de amar se renueva cuando aprendemos de nuestras experiencias y nos damos permiso para volver a intentarlo”.

Apostar al amor nuevamente no significa olvidar lo vivido ni ignorar las cicatrices del pasado. Se trata de aprender de ellas, identificar nuestras necesidades y expectativas, y buscar relaciones basadas en la honestidad, el respeto y la comunicación. Expertos en terapia de pareja sugieren que quienes se toman un tiempo para reflexionar sobre sus relaciones pasadas y sus propias emociones desarrollan mayor capacidad de resiliencia y conexión emocional.

Además, el entorno y las experiencias diarias influyen en nuestra disposición a amar. Actividades como practicar hobbies, socializar con personas afines y cuidar de nuestra salud emocional y física fortalecen la autoestima, un factor clave para establecer relaciones saludables. “Cuando nos sentimos completos y seguros de nosotros mismos, nuestras relaciones tienden a ser más equilibradas y satisfactorias”, agrega el Dr. Minaya.

El amor puede presentarse de formas inesperadas, en personas que nos sorprenden con su autenticidad o en momentos que no planeamos. Abrirse a nuevas experiencias sentimentales requiere paciencia, autoconocimiento y la capacidad de establecer límites sanos. Los psicólogos destacan que quienes se atreven a dar el paso suelen descubrir que los miedos iniciales se disipan frente a la posibilidad de compartir la vida con alguien que les comprende y complementa.

Más allá de lo romántico, apostar al amor también implica fortalecer los vínculos familiares y de amistad, ya que la confianza y el afecto hacia los demás sirven como base para amar y ser amado. “El amor no solo se experimenta en pareja; es una práctica diaria de empatía, respeto y generosidad hacia quienes nos rodean”, asegura Minaya.

Como dice el adagio popular: quien no arriesga, no gana. Apostar nuevamente al amor es un acto de fe, un recordatorio de que el corazón humano siempre tiene capacidad para renovarse, sanar y volver a latir con fuerza, aún después de las decepciones. Y en ese riesgo está la promesa de nuevas historias, emociones intensas y conexiones profundas que hacen que la vida sea verdaderamente significativa.