APUNTE.COM.DO, AGENCIA– En muchos hogares dominicanos, el “fregao” —ese trabajo diario de lavar los platos, ollas y utensilios de cocina— es visto como una tarea tediosa y agotadora. Sin embargo, recientes observaciones sociales y hasta comentarios de especialistas en comportamiento humano han revelado un curioso hallazgo: el fregao podría tener efectos afrodisíacos.

De acuerdo con el doctor José Miguel Minaya, psicólogo clínico y terapeuta familiar, el acto de fregar, más allá de su aspecto doméstico, puede convertirse en un gesto de afecto, complicidad y atracción en la pareja. “Cuando un hombre o una mujer toma la iniciativa de ayudar en la casa, especialmente en una tarea que culturalmente se ha asignado a la mujer, el mensaje emocional que transmite es poderoso: respeto, colaboración y deseo de compartir”, explicó.

Minaya sostiene que esa actitud genera en la pareja una reacción emocional positiva, que puede traducirse en acercamiento, ternura y, por supuesto, deseo. “Cuando una persona se siente valorada y apoyada, libera endorfinas y oxitocina, las llamadas hormonas del bienestar. Esas mismas hormonas están vinculadas al placer y la atracción sexual”, detalló el especialista.

En la práctica, muchas parejas reconocen que la cooperación en las tareas del hogar fortalece la relación. “Ver a mi esposo fregando sin que yo se lo pida me resulta sumamente atractivo”, confesó entre risas María Jiménez, ama de casa del sector Los Jardines del Norte. “No es el fregao en sí, es lo que significa: que está pensando en mí, que le importa cómo me siento. Eso me enamora más”, añadió.

Psicólogos consultados coinciden en que las relaciones modernas exigen una nueva forma de convivencia basada en la equidad. Los pequeños gestos de ayuda cotidiana, como fregar, tender la cama o cocinar, fortalecen la conexión emocional. Y donde hay armonía emocional, aseguran, florece también la pasión.

El doctor Minaya concluyó que no hay magia en el fregadero, pero sí un símbolo poderoso. “El fregao no es afrodisíaco por el jabón ni por el agua tibia, sino por lo que representa: un acto de amor, empatía y cooperación. Eso, en una relación, es más estimulante que cualquier perfume o vino caro”, afirmó.

En tiempos donde las relaciones se desgastan por la rutina y la falta de comunicación, tal vez la solución esté más cerca de lo que se cree: en el simple y humilde fregadero de la cocina.