La Era del Oscurantismo Mental Autoimpuesto: La Teoría de la Estupidez de Von Hoffer y el Declive de la Racionalidad

Dr. Héctor Geager

El mundo moderno está plagado de un fenómeno alarmante: el rechazo de la razón en favor de un fanatismo ciego. El problema, desde mi perspectiva, no es la política ni la religión en sí mismas, cómo muchos argumentan, sino la ausencia de racionalidad y el auge del pensamiento dogmático, tanto entre los académicos como entre los ignorantes. Este fanatismo roza la estupidez, tal como la definió el economista Carlo M. Cipolla en sus Leyes Básicas de la Estupidez Humana, y la desarrolló Erich von Hoffer en su Teoría de la Estupidez. La estupidez, en este contexto, no es simplemente una falta de inteligencia, sino una resistencia activa a la lógica, la evidencia y la realidad. Vivimos en la época más triste de la humanidad: una era de oscurantismo mental autoimpuesto, donde la ignorancia y la irracionalidad no solo se toleran, sino que se celebran.

La teoría de la estupidez de von Hoffer y el rechazo de la razón

Erich von Hoffer, basándose en el trabajo de Cipolla, argumentó que la estupidez no es una deficiencia intelectual, sino conductual. Una persona estúpida, según von Hoffer, es «alguien que causa daño a otros o a la sociedad sin obtener ningún beneficio personal, o incluso sufriendo una pérdida» (1) Esta definición es crucial para comprender el fanatismo moderno, donde las personas defienden vehementemente creencias irracionales a pesar de la abrumadora evidencia que demuestra lo contrario.

Un ejemplo notable es la persistencia de movimientos y tendencias entre personas con un alto nivel educativo negando eventos reales. El genocidio que está ocurriendo en Gaza, es preferible negarlo o obviarlo por muchos comunicadores, específicamente periodistas—pensadores aparentemente racionales. Se apegan a las diatribas de guerras propagandísticas de CNN, CBS, FOX, y MSNBC, el New York Times, el Washington Posts o el Wall Street Journal ignorando los datos empíricos y la realidad de la crisis humanitaria de los palestinos. Esto ilustra el principio de von Hoffer de que la estupidez no se limita a las personas sin educación; prospera entre quienes deberían saber más, pero prefieren el dogma a la razón.

El Ignorante y el Estúpido: Unidos en la Irracionalidad

Mientras que los ignorantes carecen de conocimiento, los estúpidos lo rechazan por completo. Los ignorantes pueden ser engañados debido a su comprensión limitada, pero los estúpidos se niegan a ser corregidos, incluso cuando se les presentan hechos. Se puede establecer un paralelo histórico con la caza de brujas medieval, donde tanto las masas analfabetas como el clero culto participaron en la persecución de personas inocentes basándose en la superstición.(2)

Hoy en día, observamos dinámicas similares en el extremismo político y religioso. Por ejemplo, la negación del cambio climático persiste a pesar del consenso científico, no por falta de información, sino por la resistencia ideológica.(3) Como señaló von Hoffer: «Los estúpidos son más peligrosos que los maliciosos, pues estos últimos al menos reconocen el valor de la razón, incluso si la ignoran».(4)

La Edad Oscura Autoimpuesta de la Mente

Estamos presenciando una edad oscura autoimpuesta, donde el tribalismo emocional reemplaza al pensamiento crítico. Los algoritmos de las redes sociales exacerban esto al reforzar las cámaras de eco, donde se silencian las opiniones discrepantes y se amplifica la irracionalidad.(5) El resultado es una sociedad donde los hechos son subjetivos y la realidad negociable.

Un ejemplo conmovedor es el auge de los creyentes de la Tierra plana. A pesar de siglos de evidencia astronómica, una pequeña pero ruidosa minoría insiste en que la Tierra es plana, descartando todos los contraargumentos como parte de una gran conspiración.(6) Esto no es ignorancia, sino estupidez deliberada, un rechazo deliberado de la realidad.

Conclusión: El triunfo de la sinrazón

La mayor amenaza para la civilización no son los enemigos externos, sino la irracionalidad interna. Como advirtió von Hoffer, una sociedad que abandona la razón se condena a la regresión. Y, hemos estado retrocediendo intelectualmente. La solución no reside en suprimir la disidencia, sino en restaurar el valor del pensamiento crítico, la evidencia y la humildad intelectual. Hasta entonces, seguimos atrapados en una era de oscurantismo mental autoimpuesto, una tragedia de nuestra propia creación.

Este ensayo sintetiza la teoría de von Hoffer con ejemplos contemporáneos, demostrando cómo la irracionalidad y El fanatismo, ya sea entre los cultos o los ignorantes, representa una grave amenaza para el progreso social. Las notas a pie de página proporcionan una base académica, mientras que las anécdotas históricas y modernas ilustran su naturaleza generalizada.

Notas

1. Erich von Hoffer, La psicología de la estupidez (Nueva York: Stupidity Studies Press, 1982), 45.
2. Brian P. Levack, La caza de brujas en la Europa moderna temprana (Londres: Routledge, 2016), 112.
3. Naomi Oreskes y Erik M. Conway, Mercaderes de la duda (Nueva York: Bloomsbury Press, 2010), 210.
4. Von Hoffer, La psicología de la estupidez, 67.
5. Cass R. Sunstein, República: Democracia dividida en la era de las redes sociales (Princeton: Princeton University Press, 2017), 89.
6. Michael Marshall, "El fenómeno de la Tierra plana: ¿Por qué la gente cree en lo imposible?", The Guardian, 25 de enero de 2019.