Semana Santa 2025: Entre la fe, la prevención y el recuerdo de los caídos
APUNTE.COM.DO.- SANTO DOMINGO,REPUBLICA DOMINICANA.– La Semana Santa 2025 transcurre en República Dominicana bajo el peso del silencio, el respeto y la prevención. El país todavía intenta asimilar el impacto de la tragedia del pasado 8 de abril, cuando el techo de la legendaria discoteca Jet Set, en Santo Domingo, colapsó durante un evento multitudinario, cobrando la vida de más de 231 personas (hasta el momento), entre ellas figuras queridas como Rubby Pérez, Octavio Dotel y otros ciudadanos nacionales y extranjeros.
El suceso ha marcado de forma definitiva el inicio de la Semana Mayor. Esta vez no es el bullicio lo que reina en las calles, sino una mezcla de recogimiento, dolor compartido y conciencia ciudadana.
Un Inicio de sueto con cautela y restricciones claras
A pesar del duelo nacional, una gran parte de la población ha comenzado a movilizarse hacia las principales ciudades del interior, polos turísticos, zonas rurales, playas y ríos, como es costumbre cada año. Sin embargo, esta vez lo hacen bajo un ambiente distinto y con estrictas medidas impuestas por las autoridades para preservar la vida y evitar excesos que empañen aún más el panorama nacional.
Entre las principales restricciones anunciadas por el Gobierno se destacan:
Prohibición del uso de música en playas, ríos y balnearios, medida que busca evitar las tradicionales fiestas conocidas como teteos, donde se desborda el consumo de alcohol y se pierde el control colectivo.
Suspensión de conciertos, fiestas electrónicas y eventos masivos al aire libre, en especial en zonas turísticas como Boca Chica, Juan Dolio, Samaná, Cabarete, La Romana, Las Terrenas y Bávaro.
Vigilancia estricta en lugares de esparcimiento, donde se controlará el uso de bocinas, bebidas alcohólicas en envases de vidrio, armas blancas y de fuego.
Tope en el número de personas por vehículo y monitoreo de vehículos rentados o sin placas visibles, para evitar el transporte irregular y la circulación de bandas que acostumbran alterar el orden en Semana Santa.
La Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT) y la Policía Nacional se han desplegado estratégicamente en más de 3,000 puntos críticos a nivel nacional, incluyendo accesos a playas, carreteras principales, estaciones de peaje, paradores y estaciones de combustible.
Operativo “Conciencia por la Vida”: más que un slogan
El Gobierno dominicano activó la Fuerza de Tarea Conjunta integrada por organismos de emergencia, rescate y seguridad. Más de 50,000 efectivos están en las calles, ríos, playas y autopistas, incluyendo 600 ambulancias, helicópteros, unidades de extricación vehicular, brigadas médicas, psicólogos de emergencia y puestos de auxilio completamente equipados.
El presidente Luis Abinader ha reiterado que esta Semana Santa debe vivirse con prudencia, respeto y memoria: “El país está dolido, pero eso no significa que perdamos la esperanza. Cada ciudadano debe hacer su parte para cuidarse y cuidar a los demás”.
Las carreteras: otro campo de batalla
El Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) dispuso la prohibición de circulación de vehículos pesados desde el Jueves Santo hasta el Lunes de Resurrección. Solo se permitirá el transporte de combustibles, alimentos perecederos, productos farmacéuticos y materiales hospitalarios.
Además, se instalaron medidores de velocidad, controles móviles, y se activaron drones de supervisión para detectar desplazamientos peligrosos. En años anteriores, la mayor causa de muerte durante Semana Santa ha sido por accidentes de tránsito provocados por imprudencia y consumo de alcohol.
Más que religión: memoria y responsabilidad colectiva
Desde las parroquias de los barrios hasta las grandes catedrales, la Iglesia Católica ha pedido este año un Vía Crucis dedicado a las víctimas del Jet Set, en señal de duelo y solidaridad con las familias afectadas.
El cardenal Francisco Ozoria, en su homilía del Domingo de Ramos, llamó a la nación a no perder la humanidad en medio del entretenimiento. “No puede haber resurrección sin compasión. El dolor de muchos debe convertirse en la conciencia de todos”.
Una semana santa quue nos marca
Esta Semana Mayor no solo se recordará por su trasfondo trágico, sino por el desafío que representa: demostrar que como sociedad podemos elegir la prudencia sobre la imprudencia, la vida sobre el relajo, la responsabilidad sobre el olvido.
El país no necesita más víctimas. Necesita memoria, prevención y unión.