Ignorancia Autoimpuesta o Fabricación de Ignorancia Sin Consciencia

Parte VI

La ignorancia voluntaria se puede manifestar a nivel tribal, en los grupos sociales. En este caso, los individuos agrupados piensan como una tribu, comparten sus ideas y creencias retroalimentando sus prejuicios y sesgos; a la misma vez afirmando y robusteciendo sus privilegios y beneficios.

Están todos comprometidos ideológicamente en defender la posición de su tribu. El racismo, la antipatía, el aborrecimiento, la hostilidad y el desdén contra otros grupos está estrechamente relacionado con la ignorancia involuntaria. A los miembros de la tribu no les interesas conocer, saber sobre los miembros del grupo, o grupos que detestan. De esta forma se manifiesta su actitud racista. Los racistas piensan y asumen una postura arbitraria de 'nosotros contra ellos, y nosotros somos mejores que ellos, por virtud de nuestra posición privilegiada, nuestro color de piel y/o fisonomía.'

Parte VII

Un segundo ejemplo de la ignorancia tribal se manifiesta dentro de la division social. En la desigualdad social estructurada las elites muestran desdén y rechazo hacia la mayoría de la población. Su identidad de clase los unes con sus similares en otras naciones capitalistas, jamás los unes con sus compatriotas. Observen los comportamientos y escuchen las narrativas de cualquier persona en cierta posición económica o estatus y podrán identificar el desdén que sienten por las demás personas fuera de su círculo social, económico o político.

Se podrá comprobar su alineamiento inconsciente con las elites de otros países a través de la admiración que sienten. Lo peor es que también encontramos muchos ‘acabo trapos” defendiendo a esas elites y su ideología elitista. En el siglo veintiuno estos confundidos mantienen su mentalidad de esclavos; subyacente servilismo a los amos. ¡Pobres esclavos mentales! Se creen que la división de clases ha desaparecido solo por el hecho de que ya ni se menciona. Nadie habla sobre la fragmentación social. La gente ve claramente la riqueza descomunal que las elites han acumulado y en lugar de sentirse incomodo—porque han cogido casi todo el pastel para ellos—sienten admiración. No entienden que el pastel es limitado y cuando unos pocos cogen más, a la mayoría de la población le toca menos. Las oportunidades de la movilidad social se van cerrando. Están embobados, anestesiados por las redes sociales, por eso no ven que realmente está pasando en la sociedad. Ignoran voluntariamente su propia situación socioeconómica, su posición de clase, con relación a las demás clases que componen una sociedad.