Santo Domingo, República Dominicana (Apunte.com.do Ramiro Estrella).- Fausto Miguel Cruz De la Mota, no sólo desgració la vida de Jorge Mera, con el cruel asesinato cometido, sino la de su propia familia, que ahora tendrá que cargar con esa cruz tan pesada.

Aunque los hijos y otros familiares bien cercanos de Miguel Cruz, no tienen nada que ver con su cruel comportamiento, serían afectados sicológicamente cuando tengan que salir a las calles y les recuerden lo ocurrido.

Ese será el gran costo que pagarán personas inocentes. Miguel Cruz recibiría una condena de al menos 30 años por el horrendo asesinato.

Jorge Mera y Miguel Cruz tenían una amistad desde hace muchos años, que se remonta a su época de estudiantes. Incluso el día del asesinato, cuando Cruz penetró a su despacho del Ministerio de Medio Ambiente, no permitió que fuera sacado, señalando que no era necesario, porque "Miguel Cruz es mi amigo, mi hermano...".

El padre de Miguel Cruz era también una persona muy allegada del fallecido expresidente Salvardor Jorge Blanco, padre de Orlando Jorge Mera.

 Cruz ha pedido conversar con la prensa para dar a conocer su versión de lo ocurrido, pero su declaración solo ha servido para aumentar la repulsa de la sociedad dominicana en su contra, ya que entiende que el imputado no tiene nada nuevo que decir.

El país sabe lo que hizo, y demanda una condena ejemplar. Eso finalmente es lo que importa, y lo que quiere que haga la justicia.

Miguel Cruz asesinó una persona ejemplar en su vida personal y en la actividad política a la que se dedicó gran parte de su vida, y eso no lo podrá borrar nunca.