Armonía gobierno/PRM es sine qua nom
Ya habíamos dicho que el Partido Revolucionario Moderno (PRM) es una organización política de característica socialdemócrata que surgió de un desprendimiento significativo en el seno del Partido Revolucionario Dominicano, tras las contradicciones que se produjeron después de las elecciones de 2012.
Recordemos que en plena campaña electoral el señor Miguel Vargas Maldonado fue acusado de obrar en favor del Partido de la Liberación Dominicana y su candidatura, en contra de la candidatura de su propio partido que encabezó Hipólito Mejíía. Los hechos posteriores se encargaron de demostrarlo y confirmarlo.
Somos muchos lo que afirmamos que el señor Vargas Maldonado mandó a votar a sus seguidores por la candidatura de Danilo Medina, lo que fue catalogado como un acto de traición.
En lo que respecta al PRM, algunos entendidos han dicho que se trata de una organización política de carácter policlasista (por las presencias sectores sociales de distintas clases que lo integran) y de orientación democrática, progresista y socialdemócrata, cuyo objetivo es guiar al pueblo dominicano hacia el desarrollo humano, garantizando la superación material y espiritual de la población, en un ambiente de democracia y libertad. Este partido orienta su actuación en el ideario de los fundadores de la patria.
El PRM encabezó la coalición de más de 10 partidos en las elecciones generales de 2016 en la Convergencia Por un mejor País. Luego, varios legisladores y muchos miembros del PRD se fueron pasando al PRM.
El PRM realizó la XVII Convención Nacional Extraordinaria "Ana María Acevedo" el 26 de abril de 2015 donde resultó elegido como candidato presidencial el Lic. Luis Abinader.
Durante su primera participación en unas elecciones generales en la República Dominicana obtuvo el 35% de los votos a nivel presidencial, 1 Senador y 42 Diputados a nivel congresual y 30 alcaldías a nivel municipal, logrando convertirse en el principal partido de oposición y el segundo más votado, desplazando al Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
En las pasadas elecciones municipales y congrensuales el PRM obtuvo mayoría y en las presidenciales este partido salió airoso con el triunfo del hoy presidente Luis Abinader.
Estos triunfos electorales se han encargado de demostrar fehacientemente que los que nos fuimos del PRD para fundar el PRM éramos la mayoría y, sobre todo, que teníamos la razón, a pesar de los contubernios de Miguel Vargas Maldonados y el PLD para garantizarle judicialmente el control del partido blanco.
En poco tiempo el PRM se convirtió en la esperanza de los dominicanos que añorábamos un cambio en la conducción política de la República Dominicana por otros senderos, como honestidad, la transparencia, la no corrupción, etc.
Es verdad que en estos momentos el PRM, producto de la pandemia y del mismo triunfo, internamente se ve un poco apagado, porque lo que importa en estos momentos es reorganizar la conducción del país para encarar y corregir los entuertos dejados por el PLD y encarar con responsabilidad la pandemia que nos envuelve, para ver cómo salimos de esta.
Ya habrá tiempo para que el PRM se pueda enfocar en sus asuntos internos y dinamizarlo como es el deseo de todos los que simpatizamos por dicho partido.
Hemos dicho que para los perremeistas el país está primero y todos los asuntos internos deben ser postergados a un segundo o tercer plano.
Creo que este es el momento de enfocarnos en la reorganización del país, encarar la pandemia que nos azota y, más que eso, resolver todos los problemas que se han desprendido de dicha pandemia.
Todo lo que se diga fuera de esto, son puras patadas voladoras y trivialidades que no ameritan la menor atención ni respuesta.
Sin embargo, soy sinceramente partidario de una real y correcta armonía entre el presente gobierno y el Partido Revolucionario Moderno (PRM), donde impere un verdadero equilibrio y una correcta correspondencia (consultas) al momento de tomar las decisiones importantes para el país.
El equilibrio, la paz, la concordia y el entendimiento entre el gobierno y el PRM son aspectos que deberán estar presentes permanentemente para el éxito de la presente gestión, sin olvidar que fue el PRM, junto a otras fuerzas políticas y movimientos, el que llevó Luis Abinader a la presidencia de la Repúblicas, por lo que resultaría contraproducente olvidar ese importante detalle.
Los perremeistas estamos en el deber de apoyar la presente gestión gubernamental y desde el gobierno (presidente y funcionarios) están la obligación de acordarse de los miembros del PRM, en lo que respecta a los nombramientos en las instituciones estatales.
Los miembros del PRM (que provenimos del viejo PRD) teníamos cuatro períodos fuera del poder, por lo que se hace necesario tomarnos en cuanta, dada la pronunciada escasez de empleos existente en el país
Y es debido a esa escasez de empleos que los gobiernos en República Dominicana se ven compelidos a hacer algunas sustituciones en las nóminas estatales.
Yo no sé a ciencia cierta de qué manera se ha manejado el nombramiento de los miembros y dirigentes del PRM, pero si conozco personalmente de algunos descontentos entre los miembros de nuestro partido que no han sido tomado en cuenta con un nombramiento.
También me he enterado a través de la prensa escrita y digital de protestas de miembros del PRM en algunas importantes comunidades del país exigiendo ser nombrados en las instancias estatales.
Me parece que desde el gobierno no se han producido las cancelaciones en masa que muchos esperaban, pues a mi juicio todavía quedan muchas plazas ocupadas por empleados que no son miembros ni simpatizantes del PRM.
De hecho, quiero precisar de que no soy en modo alguno partidario de que se cancele un empleado público para en su lugar nombrar a otra persona perteneciente al partido en el poder, pero tal y como he dicho, en nuestro país hay una tasa de desempleo muy significativa, por lo que lo que lamentablemente se hace necesario hacer algunas sustituciones de empleados.
Es muy lamentable, pero cada vez que un nuevo gobierno asume la administración pública suele ser normal en la historia política dominicana que cambie la nómina del personal que labora en el Estado. Las autoridades llegan con su “gente” para los puestos de los ministerios y direcciones gubernamentales.
A pesar de esto, el presidente Luis Abinader y su equipo de trabajo han sido enfáticos en señalar que los cargos en el sector público serán distribuidos por capacidad y “perfil”, no por su afiliación política. Esto yo lo comparto mil por mil.
Sin embargo, lo más importante para el país, en estos momentos históricos, es trabajar y lograr una sana armonía entre los perremeistas y el gobierno, una condición sine qua nom para poder sacar a nuestra nación a flote y para conducirla por mejores senderos.
RAMON A. CABRAL