“Fui volando. Abrí la puerta y luego saqué su cuerpo del avión sobre el océano”, dijo Bierenbaum a la junta de libertad condicional en diciembre de 2020, según una transcripción recién obtenida.

Redacción Inrternacional.- Después de más de tres décadas un ex cirujano plástico de Manhattan, condenado a cadena perpetua por el asesinato de su esposa desaparecida, confesó recientemente haber arrojado su cuerpo desde un avión privado al Océano Atlántico.

El Dr. Robert Bierenbaum es un piloto capacitado que cumplió 20 años de una cadena perpetua por el asesinato de su esposa Gail Katz en 1985.

Bierenbaum admitió el crimen en una audiencia de libertad condicional por primera vez desde que su esposa, informó un programa de ABC News.

Cliente mató a empleado inmigrante tras discusión por 50 centavos en una bodega de Nueva York
Cliente mató a empleado inmigrante tras discusión por 50 centavos en una bodega de Nueva York
“Fui volando. Abrí la puerta y luego saqué su cuerpo del avión sobre el océano”, dijo Bierenbaum a la junta de libertad condicional en diciembre de 2020, según una transcripción recién obtenida.

Bierenbaum le dijo a la junta que la estranguló en un ataque de rabia porque era “inmaduro” y “no sabía cómo lidiar con su ira”, informó el medio.

“Quería que dejara de gritarme y la ataqué”, dijo. Aunque nunca se ha encontrado el cuerpo de Katz, Bierenbaum fue declarada culpable de su asesinato en el año 2000.

Los fiscales pudieron asegurar la condena basándose en pruebas circunstanciales, presentando una teoría de lo que le sucedió a Katz.

“Yo estaba como, ‘Dios mío, ¿estás bromeando?'”, dijo uno de los fiscales, Dan Bibb. “Me quedé atónito porque siempre pensé que este día nunca llegaría, que él reconocería y asumiría la responsabilidad de haber matado a su esposa”.

A Bierenbaum se le negó la libertad condicional. Su próxima audiencia ante la junta está programada para noviembre.

La familia de Katz ha encontrado poco consuelo en la confesión explosiva: “Este es exactamente el mismo hombre que conocí hace 35 años”, dijo a ABC News la hermana de Katz, Alayne Katz. “No ha cambiado… es incapaz de sentir un mínimo de remordimiento”.

“El cuerpo de mi hermana nunca ha sido encontrado… Gail no descansa en ningún lado”, agregó Alayne.