BRASIL.- El estado de Sao Paulo, el más poblado de Brasil y golpeado por la pandemia de coronavirus, anunció este miércoles que la vacuna anticovid desarrollada por el laboratorio chino Sinovac alcanzó la eficacia y seguridad mínimas requeridas para su uso, aunque no precisó los respectivos niveles.

La falta de datos concretos sobre la llamada «Coronavac», desarrollada en cooperación con el Instituto Butantan de Sao Paulo y cuya divulgación estaba prevista para hoy, generó cierta frustración.

Es la segunda vez que la Gobernación paulista aplaza la difusión de los resultados de la tercera y última etapa de los ensayos clínicos realizados en Brasil, uno de los países más azotados por la pandemia con más de 7,3 millones de infectados y cerca de 190.000 muertes.

Según explicó el director del Instituto Butantan, Dimas Covas, la vacuna está siendo experimentada en diversos países, por lo que Sinovac pidió un plazo de hasta 15 días para recopilar, analizar y unificar los datos obtenidos a nivel mundial y, así, publicar los resultados de eficacia y seguridad de forma «uniforme, igualitaria y sin disparidades».

Sin embargo, Covas aseguró en una rueda de prensa que el nivel de eficacia fue alcanzado, «lo que permite el proceso de solicitud del uso de emergencia, ya sea aquí en Brasil o en China».

La Gobernación paulista, en la que residen 46 millones de brasileños, igualmente tenía previsto enviar los resultados del estudio este mismo miércoles a la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa, regulador), pero informó que esperará hasta que el laboratorio chino evalúe los datos a fin de respetar «los trámites burocráticos».

No obstante, el secretario de Salud de Sao Paulo, Jean Gorinchteyn, explicó que los niveles obtenidos -que demostraron una eficacia superior al 50 %, según sus cálculos- serían «suficientes» para solicitar la aprobación para el uso de emergencia de la fórmula ante las autoridades sanitarias brasileñas.

«Nosotros tenemos esos datos y podríamos dar inicio inmediato ante nuestra agencia reguladora sí así deseáramos», subrayó Gorinchteyn.

Sao Paulo mantiene fecha para el inicio de la vacunación

El secretario aseguró además que la fecha para el inicio de la inmunización en Sao Paulo se mantiene para el próximo 25 de enero, a pesar del retraso en los trámites necesarios para la aprobación del antídoto junto a las agencias reguladoras.

«Iniciaremos nuestro programa de inmunización el próximo día 25 de enero. Pese a la no revelación de los datos de valores de eficacia específicos, nosotros tenemos la superioridad (de efectividad), lo que da tranquilidad», expresó.

Asimismo, el director del Instituto Butantan -centro de referencia en biología y biomedicina en Latinoamérica- añadió que la ausencia de cifras concretas «no tiene ninguna influencia» en el programa de desarrollo de la vacuna en Brasil, que «continúa normalmente y a todo vapor».

Completó que la región ya cuenta con unas dos millones de dosis de la «Coronavac» y recibirá otras 5,5 millones el día 24 y dos nuevos cargamentos antes de fin de año, con lo cual sumará un total de 10,8 millones al 31 de diciembre.

La Vacuna más politizada de Brasil

El antídoto desarrollado por Sinovac ha sido objeto de un intenso debate político en Brasil, generado en buena medida por la rabiosa disputa que mantienen el presidente, Jair Bolsonaro, y el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, en el campo conservador.

El gobernador, de una derecha más moderada, es partidario de la vacunación masiva y obligatoria, en tanto que Bolsonaro responde a los grupos más negacionistas y ultraconservadores, que ponen en duda tanto la gravedad del virus como la efectividad de las vacunas.

Bolsonaro llegó a referirse con claro desprecio al antídoto de Sinovac al calificarlo más de una vez como «vacuna china de Doria» y hasta aseguró que el Gobierno federal no lo incluiría entre las que distribuirá en su plan nacional, aunque luego se echó atrás.

La «Coronavac» está ahora en los planes del Gobierno, que planea adquirir 100 millones de dosis, que se sumarán a otras que negocia con Pfizer, AstraZeneca-Oxford, Moderna, Janssen y Bharat Biotech.

Con ese paquete de vacunas, el Gobierno de Bolsonaro calcula que podrá inmunizar a los 210 millones de brasileños en un plazo de 16 meses, en cinco fases que comenzarían en febrero o marzo de 2021.

La justicia tiene prisa

El alto grado de politización del debate sobre las vacunas y su obligatoriedad o no llevó a algunos partidos de oposición a pedir un posicionamiento de la Corte Suprema, que en una decisión considerada algo confusa determinó que la inmunización será «obligatoria pero no forzada».

Según el máximo tribunal, el Gobierno federal, así como cada una de las administraciones regionales y municipales, podrán decidir sobre la obligatoriedad y, en ese caso, establecer algún tipo de sanción para quien no se vacune.

Más allá de esa decisión, el Supremo también causó una cierta polémica al solicitar en forma oficial que el Instituto Fiocruz, que desarrolla en el país la vacuna de AstraZeneca-Oxford, «reservase» 7.000 dosis para todos los magistrados y funcionarios del tribunal.

Lo mismo hizo el Superior Tribunal de Justicia, y en ambos casos la respuesta fue un rotundo no.

Las dos cortes superiores del país se vieron en la obligación de aclarar que no buscaban ventajas en el orden de vacunación, sino asegurar que todos sus funcionarios sean inmunizados para garantizar el debido funcionamiento de los tribunales.