Río de Janeiro, 30 jun (EFE).- La presencia de la cantante colombiana Shakira, pareja del defensa español Gerard Piqué, concentró hoy la atención en la final de la Copa Confederaciones que disputan las selecciones de Brasil y España en el estadio Maracaná, de Río de Janeiro, la cual fue huérfana de personalidades.

La lista de las grandes ausencias la encabezó la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, quien el sábado desistió de ir al estadio para acompañar la selección Canarinha y encabezar la ceremonia de clausura, tras haber sido abucheada en el partido inaugural del 15 de junio en Brasilia.

Una ola de protestas contra el alza del valor del transporte público, la corrupción y los gastos en la Copa, y a favor de la inversión en salud y educación se ha extendido por todo el país desde el pasado 10 de junio y ha provocado una caída de 27 puntos porcentuales de la popularidad de la presidenta.

Sin autoridades del país anfitrión y también de la realeza y el Gobierno español, la 'pop star' colombiana avivó el interés de muchos curiosos entre del público y de los flashes de los fotógrafos, aunque no tuvieron suerte para registrar la imagen de Shakira que, según el canal Globo, está dentro del estadio.

El protagonismo, entre las celebridades, fue para los artistas encargados del espectáculo en la ceremonia de clausura, como el sambista Arlindo Cruz, el dúo de cantantes sertanejos Víctor y Leo, y la diva del axé Ivete Sangalo.

El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, tampoco apareció en las pantallas gigantes del estadio y, al parecer, reservó su protagonismo para la ceremonia de premiación. EFE