DESPLANTES POLÍTICOS PAGADOS
CON OTROS DESPLANTES POLÍTICOS

Hay muchas lecturas que hacen periodistas, comentaristas, analistas y ciudadanos sobre el anuncio de que el presidente Danilo Medina no estará en el acto público de traspaso mando al presidente entrante, Luis Abinader.

Yo tengo dos explicaciones contundentes. Son dos desplantes. Sostengo y defiendo esas explicaciones hasta que alguien me las tumbe con otras que sean más creíbles y contundentes.

¡Nada de "cobardía"! Ahí, a la Asamblea Nacional, no se va a boxear ni a sostener lucha cuerpo a cuerpo ni mucho menos a estar en trincheras de combate armado.

Tampoco es temor a críticas públicas del presidente Abinader, porque sabido es de todos que una pre-condición para ser líder político es sustituir su epidermis natural por una gran coraza, impermeable casi ella; o cuando menos, por piel de cocodrilo.

Mucho menos sería por no escuchar los posibles "abucheos" que provendrían de turbas y "claques" llevadas para tal misión, proferidos desde las afueras del edificio del Congreso. Eso es natural, pero se desoyen o ignoran sólo con subir los vidrios.

En mi modesta opinión, se trata de una respuesta politica pensada y planficada en dos sentidos desde una misma dirección. Es algo así como un doblepley o matar dos pájaros con el mismo tiro, porque ambos estarán compartiendo rama.

El primer desplante es la respuesta política de Danilo al desplante político de Abinader al no haber reconocido nunca su elección, pese a la contundente victoria electoral de 2016 con 62% de los votos. Así es la política. Un evento puede ser respondido oportunamente sólo con el paso del tiempo; y el presidente Medina considera que ese tiempo llegó; y que ahora es la oportunidad.

Esa realidad quizás nadie la admita desde los círculos cercanos ni mucho menos el propio presidente saliente ni el presidente entrante. Empero, todos saben que así es.

El segundo desplante es a la presencia de Mike Pompeo en el acto. La razón: todos la conocemos. Por tanto, abundar sobre el tema sería llover sobre mojado; y no se necesita "chapalear" en lodo.

Expuestos estos argumentos, el que quiera hacer su arreglo de canción, diciendo o pensando lo contrario, pues que haga su arreglo. El que quiera hacer su poesía, que deje libre a la musa, y que haga su poema! Mientras, el que piense que éstas explicaciones constituyen la verdadera realidad, ése es un aliado de esta narración.