UAGADUGÚ.- Al menos 43 personas murieron y seis resultaron heridas este domingo en varios ataques de “individuos armados no identificados” en el norte de Burkina Faso, informó este lunes el ministro de comunicación burkinés, Rémis Fulgance Dandjinou.

Los ataques tuvieron lugar en las aldeas de Dinguila y Barga, en la provincia de Yatenga, situada en el noroeste del país, precisó en un comunicado el ministro, portavoz del Gobierno.


“El balance provisional es de 43 víctimas” mortales, subrayó Dandjinou, y agregó que “las Fuerzas de Defensa y Seguridad fueron desplegadas inmediatamente sobre el terreno para asegurar las aldeas atacadas”.

El ministro no dio detalles sobre los ataques pero, según el medio local Infowakat, se habrían perpetrado en aldeas de la etnia peul (también conocida como fulani), formada por pastores tradicionalmente nómadas.

A los peul se le acusa de ser yihadistas en algunos países de África occidental -debido a que dos grupos yihadistas del Sahel fueron creados y liderados por peuls- y esas citadas aldeas fueron atacadas por el grupo de autodefensa burkinés Kogolweogo.

Los Kogolweogo son milicias constituidas por civiles para defenderse de la inseguridad en algunas zonas del país o por la insuficiente presencia de las fuerzas de seguridad estatales.

Burkina Faso sufre el yihadismo desde abril de 2015, cuando miembros de un grupo afiliado a Al Qaeda secuestraron a un guardia de seguridad rumano en una mina de manganeso Tambao, al norte del país, que aún sigue desaparecido.

El número de atentados ha ido aumentando y la situación se agravó especialmente a lo largo de 2019, año en el que se multiplicó por diez el número de personas desplazadas debido a la violencia yihadista, según datos del Consejo Noruego para los Refugiados.

Los actos terroristas se atribuyen al grupo local burkinés Ansarul Islam, a la coalición yihadista del Sahel Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (GSIM) y al Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS), que atacan también en los países vecinos con los que Burkina Faso comparte frontera, Mali y Níger.

La región más afectada por la inseguridad es la del Sahel, situada en el norte y que comparte frontera con Mali y Níger, aunque también se ha expandido a provincias limítrofes, y desde el verano de 2018 se ha ido degradando en el este del país.

Burkina Faso es uno de los cinco países que componen el G5 del Sahel, junto a Mali, Mauritania, Níger y Chad, grupo que combate el terrorismo yihadista en la región.