MÉXICO.- Pese a los esfuerzos económicos y el fuerte compromiso político a nivel global, el mundo aún está lejos de eliminar el virus del VIH para el 2030, por lo que se deben redoblar esfuerzos, consideró este domingo Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

“Es tiempo de repensar nuestra responsabilidad para garantizar nuestra respuesta para asegurarnos de alcanzar nuestros objetivos de VIH a los que los países se han comprometido”, expresó Etienne durante la ceremonia de inauguración de la 10 Conferencia Mundial Científica sobre VIH (IAS 2019) en Ciudad de México.

Etienne dijo que para terminar con esta epidemia es fundamental garantizar la salud universal, la cual debe “garantizar que todas las personas tengan acceso a los servicios de salud. Debemos asegurarnos que exista atención de más calidad”, aseguró.

Señaló que aunque es importante que los gobiernos inviertan, lo más importante es tratar de que ese gasto sea eficiente, además de trabajar en la prevención, la investigación y la innovación en este tema “para que se continúe con medicamentos efectivos que puedan ofrecerse a un mejor costo.

Del mismo modo, se debe trabajar en mejorar el primer nivel de atención además de que es fundamental que se interconecte con el segundo nivel para lograr una mejor calidad en la atención, aseveró Etienne.

Resaltó la importancia del diálogo entre la comunidad del VIH y los sistemas de salud para lograr que este tema esté alineado con la salud universal y pueda estar “totalmente integrado en los planes de salud, en los paquetes de beneficios de salud, planes de seguro tanto públicos como privados”.

Aseguró que la principal preocupación global en el tema del VIH es el problema de la migración, que especialmente en regiones como Latinoamérica se ha recrudecido, así como el compromiso que se debe generar con las poblaciones más vulnerables.

Finalmente destacó que cerca de dos terceras partes de todas las personas viviendo con VIH en 2018 estaban recibiendo terapia antiretroviral que le salvará la vida.

Y aseguró que al día de hoy “seis países han alcanzado todos los objetivos del 90-90-90” que representa alcanzar 90 % diagnósticos, 90 % de personas en tratamiento y 90 % con carga viral indetectable.

En su participación, Anton Pozniak, presidente de la Sociedad Internacional de SIDA (IAS), aseguró que en la lucha contra esta enfermedad se requiere una visión basada en los derechos humanos y de líderes que entiendan la importancia de la ciencia y que apoyen una legislación “que no se base en la discriminación”.

Del mismo modo, manifestó que el derecho a la salud no es negociable y “no debería estar bajo cuestionamiento presupuestal”.

Por su parte, Brenda Crabtree, directora científica local de la IAS 2019, dijo que aunque en Latinoamérica se han logrado grandes avances contra el VIH, ese progreso es dispar y se ve amenazado por los cambios políticos y económicos que vive la región.

Y señaló la importancia de terminar con la discriminación y el estigma; de acelerar inclusión de los medicamentos preventivos y reconoció el compromiso de IAS con el reconocimiento de mujeres y los jóvenes en la ciencia.

Alejandro Brito, periodista mexicano, resaltó los esfuerzos que ha hecho México para mejorar la adquisición de medicamentos más innovadores y señaló que la migración debe tener especial atención pues “se tiene que garantizar el tratamiento sin importar el estatus migratorio”.

Mientras que Luis Adrián Quiroz, activista en derechos humanos, señaló que es urgente garantizar tratamiento igualitario, pero también cambiar la perspectiva de control de la enfermedad pues se “deben atender también comorbilidades y coinfecciones para todas las personas con VIH, sin discriminación”.

Finalmente, Jorge Alcocer Varela, secretario de salud de México, exaltó que se debe actuar a tiempo y garantizar la protección a las comunidades más vulnerables.

Expresó que se debe prevenir el estigma y la discriminación y resaltó el compromiso del gobierno mexicano con las comunidades vulnerables.

“La mejor defensa para salud de las personas que viven con VIH es la que previene ataques de estigma y discriminación”, finalizó.