Una lucha entre Dios y satanás por la vida de esta niña fue el testimonio que contó después de haber muerto por unos minutos.

Visitó el cielo y vió como Jesús y Satanás pelearon por su vida

Steffani Besch de 13 años se encontraba con una amiga junto a una piscina cuando otro amigo las empujó a ambas hacia el agua.

Su amiga logró saltar un poco más allá pero Besch golpeó su cabeza con el borde de la piscina y quedó inconsciente mientras se iba al fondo del agua.

La piscina la arrastró hasta el fondo

Lo que nadie sabía era que estaban limpiando el espacio y que la piscina tenía un extractor que atraía de manera muy fuerte todo lo que se encontrara allí adentro.

La joven fue arrastrada hasta el fondo por la fuerza del extractor, de modo que nadie podía sacarla hasta que uno de los familiares que allí estaba logró rescatarla.

A ella se le practicó varios primeros auxilios pero su condición inerte mostraba que no reaccionaría.

«Todavía no es su hora» dijo Jesús

Mientras la llevaban al hospital, todos sus amigos oraban intensamente, a la misma vez el espíritu de Steffani vio como dejaba su cuerpo y viajaba rápidamente a otro lugar.

“Lo siguiente que supe fue que estaba a las puertas del cielo y que había una batalla por mi vida. Escuché a Satanás decir que ella vendrá conmigo. Escuché al Señor decir que no, no lo es”, cuenta.

“Entonces escuché a Jesús decir: Todavía no es su hora y cuando esté ella estará conmigo”, agrega.

«Recuerdo los colores brillantes. Principalmente recuerdo la sensación, porque no había miedo. Había tal conocimiento del amor y que estaba segura y protegida”,dice.

“Nada más, incluso la discusión sobre mi vida no me afectó. Sabía que estaba a salvo», explica.

Cuando ella escuchó hablar a Jesús, fue devuelta a su cuerpo y levantó la sábana blanca con la que ya la habían tapado.

“Hola papá” fue lo primero que dijo, con dolor de cabeza y muy débil empezó a responder preguntar.

«Esto no tiene explicación, es un milagro»

Ella fue dada de alta el mismo día dado que los doctores nunca encontraron agua en sus pulmones ni contusión en la cabeza pero si un poco dificultad para respirar por el cloro de la piscina.

«No tenemos una explicación. Lo único que podemos decir es que vamos a llamar a esto un milagro», dijeron los doctores.