El Gobierno de EE.UU. y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, amenazaron ayer con seguir presionando al presidente venezolano, Nicolás Maduro, mientras continúa el diálogo con la oposición mediado por Noruega.
Y, frente a ello, el embajador venezolano ante la ONU, Samuel Moncada, consideró que el único objetivo de Almagro y del enviado especial de EE.UU. para Venezuela, Elliott Abrams, es “destruir la única posibilidad que hay en Venezuela de alcanzar un acuerdo pacífico”, así como “empujar otra vez a Venezuela al borde de la guerra y la agresión”.
En una rueda de prensa en Washington, Abrams expresó confianza en el líder opositor Juan Guaidó y prometió seguir con la presión a Maduro, mientras que Almagro se mostró más duro y llegó a considerar que el diálogo solo funcionará si Washington continúa sancionado a Maduro y a Cuba. “Que ese proceso tenga éxito dependerá esencialmente de la presión que EE.UU. ponga sobre todos los factores fundamentales que oprimen al pueblo venezolano- el factor cubano y el factor de la lógica criminal y usurpadora de Nicolás Maduro”, manifestó Almagro. “Más de lo que se negocie sobre la mesa, más que la negociación, si sale algo de ahí va a ser por la presión de otras amenazas creíbles y la presión de EE.UU.”, dijo.

Quiere quitar credenciales
Naciones Unidas.- EFE .- El embajador de Venezuela en la ONU, Samuel Moncada, aseguró ayer que Estados Unidos quiere que la Asamblea General de Naciones Unidas vote en septiembre sobre la retirada de las credenciales a los representantes del Gobierno de Nicolás Maduro. “Quieren venir en septiembre aquí, en Nueva York, a poner un voto en la Asamblea General a ver si nuestras credenciales son rechazadas por la mayoría de la comunidad internacional”, dijo Moncada en una rueda de prensa en la ONU, atribuyendo dichas intenciones a unas supuestas declaraciones del enviado del Gobierno de EE.UU. para Venezuela, Elliott Abrams. Abrams celebró una rueda de prensa con Almagro en la que no aludió en ningún momento a esa posibilidad. Pero para Moncada, Caracas y Washington están enfrascados en una lucha para ganar apoyos entre los 193 países de la Asamblea General de Naciones Unidas para dicha supuesta votación en septiembre.