BRASILIA.- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, viajará la noche de este martes hacia Japón para asistir a la Cumbre del G20, donde tendrá su primera cita con el líder chino Xi Jinping, pero a la que llegará alineado al Estados Unidos de Donald Trump.

El líder de la ultraderecha brasileña hará en Osaka su debut en la cumbre que reúne a las principales economías del planeta y, según dijeron a Efe fuentes oficiales, aprovechará ese marco para exponer sus planes para intentar evitar la amenaza de una nueva recesión y captar el interés de los inversores extranjeros.

La economía brasileña se hundió en una seria recesión entre 2015 y 2016, período en que cayó siete puntos porcentuales, creció un 1 % en 2017 y 2018, respectivamente, pero corre el riesgo de caer otra vez este año, el primero de Bolsonaro en el poder.

El nuevo gobierno se propone liberalizar la economía y avanzar en un extenso plan de privatizaciones, pero además le ha dado un giro ideológico a la política exterior y se ha alienado con Trump, lo que ha sembrado dudas sobre la relación de Brasil con China, principal destino de las exportaciones de la primera economía suramericana.

Bolsonaro, quien pretende hacer una visita oficial al gigante asiático en el segundo semestre de este año, tendrá en Osaka el que será su primer encuentro bilateral con Xi Jinping, quien ya recibió en mayo pasado al vicepresidente brasileño, Hamilton Mourao.

Esa cita, según las fuentes consultadas por Efe, pretende servir para limar asperezas, sobre todo en momentos en que China mantiene graves disputas comerciales con Estados Unidos.

Bolsonaro también participará por primera vez en un encuentro de los presidentes del foro BRICS, que Brasil y China forman junto con Rusia, India y Suráfrica, otros tres países emergentes que mantienen alguna distancia en su relación con Estados Unidos.

Brasil ejerce este año la presidencia rotativa de los BRICS y, según dijo este martes el general Otávio Rego Barros, portavoz de Bolsonaro, en la reunión “informal” de Osaka serán tratados asuntos “estrictamente económicos” que “beneficien a los ciudadanos” de los cinco países, aunque no llegó a precisar ninguno de ellos.

Otro asunto en el que Brasil pondrá énfasis durante la Cumbre del G20 será la reforma de la Organización Mundial de Comercio (OMC), en la que el Gobierno de Bolsonaro apuesta a lograr mayores libertades y mantiene una firme posición contra todo tipo de subsidios.

“Brasil negocia cualquier tema, pero si se vuelven más estrictas las reglas para subsidios industriales, entonces propondrá una regla más estricta contra los subsidios agrícolas”, dijo el portavoz.

El propio Bolsonaro expuso su posición respecto a la reforma de la OMC en un artículo que publicó este mes en la revista “G20 Japan: The 2019 Osaka Summit”, editada por la organización de la Cumbre.

“El sistema multilateral de comercio precisa ser reformado para completar su propósito original de abrir los mercados y promover el desarrollo de sus estados miembros”, sostuvo el líder brasileño.

Durante su estancia en Osaka, que se prolongará hasta el sábado, Bolsonaro también mantendrá reuniones bilaterales con los primeros ministros de la India, Narendra Modi, y Singapur, Lee Hsien Loong, y con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman.

En todos los casos, expondrá los programas de privatización de su Gobierno, que abarcan todas las áreas de infraestructura, y también sus planes para liberalizar a la economía brasileña y lograr una mayor inserción en los mercados globales.