A David Ortiz le dieron seguimiento por varios días

Santo Domingo, RD- El venezolano Alberto Miguel Rodríguez Mota, de 36 años, y quien se encuentra prófugo, según un documento del Ministerio Público, fue la persona que pagaría el dinero del atentado contra el expelotero de Grandes Ligas, David Ortiz, y aunque no se establece el monto, informaciones sobre el caso dan cuenta que en la trama se movieron al menos 5 millones de pesos.

¿Por qué querían matarlo? 

El informe no explica, ¿por qué querían matarlo?,  y es la pregunta que la población nacional e internacional está más interesada en que respondan las autoridades sobre este caso, luego de producirse la detención y sometimiento a la Justicia de al menos 10 personas.

¿De acuerdo con ese documento del Ministerio Público, Gabriel Alexander Pérez Vizcaíno (a) Hueso y/o Johan, discutió el plan y dio los detalles de este una semana antes de cometerse el hecho. Además fue la persona que recibe en su celular el día del hecho, una foto del objetivo enviada desde la cárcel por José Eduardo Ciprian (a) Chuky.

Según la solicitud de medida de coerción Gabriel Alexander Pérez Vizcaíno (a) Hueso y/o Yohan se reunió minutos antes, el día del atentado con el grupo criminal en la bomba de combustibles Total ubicada en la avenida Venezuela, esquina Las Américas, a quienes le presenta una fotografía de David Ortiz, a quien tenían que liquidar. Se monta con ellos en el vehículo conducido por Luis Alfredo Rivas Clase (a) El Cirujano, y quien también está prófugo en el cual estaba abordo María Fernanda Villasmil, (La Venezolana).

Luego de cometer el atentado contra el ex pelotero, Gabriel Alexander Pérez Vizcaíno, -a quien tenían previsto conocerle medida de coerción, en el Palacio de Justicia de Santo Domingo Este-, se marchó hacia Santiago junto con el grupo criminal.

Las redes sociales creen muy poco la información de que Rodríguez Mota, fuera la persona que ordenó matar al expelotero de Grandes Ligas, y especulan que se trataría de un testaferro, con aparentes intenciones de ocultar al verdadero responsable del intento de asesinar a uno de los peloteros más queridos en el país y entre los seguidores del béisbol profesional.