Redacción Internacional.- El suicidio del expresidente Alan García cayó como una bomba en la constructora Odebrecht, informó el diario Folha de Sao Paulo.
Un funcionario de la constructora declaró que "fue una conmoción muy grande, García era amigo de muchos colegas. Fue uno de los días más tristes para nosotros desde que cerramos el acuerdo (de colaboración con el Perú)"
El exsuperintendente de Odebrecht Jorge Barata, uno de los funcionarios acogidos a la colaboración eficaz y muy cercano a García, estaba "arrasado", destruido, desolado, tras recibir la noticia de la muerte del expresidente peruano.
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El diario de la ciudad de Sao Paulo, donde tiene su sede principal la constructora, resalta que los delatores no han implicado al expresidente peruano como receptor de pagos, pese a la insistencia de los fiscales peruanos.
Indica que solo hay la declaración de un abogado externo a la constructora, Joe Spinola, quien refiere un pago de la División de Operaciones Estructuradas de 100 mil dólares por una conferencia en la Federación de Industriales de Sao Paulo.
La federación ha dicho que no es su política pagar por conferencias.
Hasta 24 millones
Del 22 al 26 de abril, Jorge Barata declarará ante el Equipo Especial del caso Lava Jato, en Curitiba, Brasil, sobre los acuerdos y pagos ilícitos a funcionarios peruanos. Está obligado a contar la verdad de los hechos y se espera que aclare la situación de García Pérez.
El Equipo Especial sospecha que la constructora Odebrecht pagó hasta US$ 24 millones en coimas por las obras del Metro de Lima a una presunta estructura criminal, que en la cúspide tenía al expresidente Alan García.
De ese monto, US$ 14 millones se habrían pagado vía el exsecretario de la presidencia Luis Nava Guibert y Miguel Atala Herrera. Hasta ahora, la constructora ha documentado pagos a Nava y Atala por 4,5 millones.
Los otros US$ 10 millones son los que se entregaron al detenido exviceministro de Comunicaciones Jorge Cuba Hidalgo y otros funcionarios, de acuerdo con los documentos de la Caja 2 de la División de Operaciones Estructuradas y la declaración de Jorge Barata.
La existencia de esta estructura criminal es uno de los elementos que utilizó el fiscal José Domingo Pérez para solicitar y obtener la detención de García Pérez y otras ocho personas.
García se suicidó y la policía pudo detener a siete: Enrique Cornejo Ramírez, Luis Nava Guibert, Faresh Miguel Atala Herrera, Samir Atala Nemi, Oswaldo Plasencia Contreras, Jorge Menacho Pérez y Raúl Torres Trujillo. José Antonio Nava se encuentra en EEUU.
Los siete pasaron por el control de identidad ante el juez Juan Carlos Sánchez Balbuena y permanecerán en la sede de la Prefectura por 10 días.
