La historia de los Avengers en el cine

Hoy en día pensamos en Marvel como un enorme estudio fílmico que cada año estrena dos o tres películas taquilleras basadas en los superhéroes de sus cómics. Ha recaudado miles de millones de dólares al hacer de películas como Capitana Marvel y Pantera negra máquinas taquilleras y con su más reciente estreno, Avengers: Endgame (en salas el 26 de abril), dará cierre a una narrativa de veintidós películas que empezó con Iron Man en 2008.

Pero el futuro próspero de Marvel no era algo ni remotamente certero hace una década. A mediados de los años 2000 era una compañía sin experiencia en rodaje que solo tenía los derechos de adaptación de algunos de sus personajes menos conocidos —otros estudios ya habían hecho películas de los X-Men, el Hombre Araña y los Cuatro Fantásticos— cuando prácticamente nadie en Hollywood pensaba en crear un universo conectado de filmes de superhéroes.

Eso cambió con ayuda de personas como Kevin Feige, quien fue productor asociado para la primera película de X-Men antes de que Marvel lo contratara en 2000, y Robert Downey Jr., actor veterano a quien casi nadie consideraba un atractivo taquillero cuando lo postularon para interpretar a Tony Stark, el multimillonario que se vuelve Iron Man.

En entrevistas, Feige —ahora presidente de Marvel Studios— y Downey —protagonista de tres filmes de Iron Man, cuatro de los Vengadores y uno del Hombre Araña— hablaron sobre los orígenes del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU), las elecciones que hicieron en el camino y qué ha significado ese primer paso ahora que se acerca Endgame. Estos con extractos editados de la conversación.

KEVIN FEIGE En 2006, cuando hicimos nuestra primera aparición como estudio en Comic-Con, lo que escribían los medios al respecto era básicamente: "Marvel va a intentar hacer películas por sí solo. Qué mal que para eso tienen que escarbar las sobras de su acervo de personajes". Yo sentí como, vaya, realmente no creo que sean las sobras.

En un inicio había diez personajes en nuestra lista oficial para adaptaciones. Iron Man no era uno de ellos. Se volvió uno cuando los derechos de adaptación vencieron en el estudio que las tenía [New Line Cinema] y regresaron a Marvel. Entonces se volvió el primero de la lista. Nos emocionaba mucho que era una película con la que podíamos hacer algo distinto. Sacamos esa y Hulk: el hombre increíble el mismo año. A nivel interno, Hulk —propiedad más conocida, por mucho— parecía el éxito seguro e Iron Man lucía como la apuesta arriesgada.

Marvel empezó a contratar al elenco y equipo técnico para "Iron Man" en 2006. Primero nombró director a Jon Favreau y luego como protagonista a Downey Jr., quienes acababan de estrenar filmes que no tuvieron nada de éxito taquillero.

ROBERT DOWNEY JR. Jon y yo teníamos esa conexión. Él había hecho una película que disfruté mucho y yo una que él disfrutó y ambas fracasaron en cines. La suya era Zathura y la mía Entre besos y tiros (Kiss Kiss Bang Bang); a él ese primer filme lo posicionó como alguien considerado capaz de dirigir una película con efectos especiales y el segundo filme, para mí, si no es que es la mejor película que he hecho sin duda es en la que cometí menos errores como actor.

FEIGE Recuerdo que estaba en mi oficina intercambiando ideas con Jon y alguien nombró a Robert. Los dos nos detuvimos, nos volteamos a ver con una mirada de: "Sería increíble, pero no. Entonces ¿quién más?". Pero regresamos a ese nombre.


DOWNEY Acepté ir a reunirme con los de Marvel. Y fui muy insistente, la verdad; no suelo serlo tanto pero presentía que no tenía nada que perder. Decidí tomármelo más en serio que cualquier otro proyecto y me sentía confiado, aunque me comentaron que quizá no iba quedarme con el papel.

FEIGE Me acuerdo que le dije a un grupo de ejecutivos de mercadotecnia reunidos en una habitación: "Si hacemos bien nuestro trabajo, el nombre de Tony Stark va a ser tan famoso como el de Iron Man. Porque, a diferencia de muchas películas de héroes, este personaje es tan interesante y atractivo fuera de su traje como dentro". [Downey] no había hecho algo así antes entonces sentí que convenía hacer una prueba con cámaras para convencer a quien fuera necesario. Y le reconozco que estuvo muy dispuesto a hacer ese proceso de audición.

DOWNEY Estoy casado con una productora [Susan Downey] y creo que es raro que alguien crea que está por encima de esa parte del proceso, que es necesario para cualquier proyecto. Nunca había dicho: "Ya no hago esas cosas". [Toma una pausa] Quizá ahora llegaría a decirlo.

Durante el rodaje, en 2007, a Feige le llegó un momento de inspiración para el universo.

FEIGE Me llamó Carter Cohn, el representante de Samuel L. Jackson, y me dijo: "Sam es muy fan, ¿tienen algo que pueda hacer en la película?". Y en las tramas de Ultimate de Marvel Comics habían estado dibujando a Nick Fury idéntico a Sam Jackson. Entonces pensé: "¿Qué tal si hiciera una miniescena como Fury?". Lo arreglamos para que saliera al final de los créditos cuando solo los ultrafanáticos normalmente se quedaban en la sala. No queríamos interrumpir la película de tal modo que algunos dijeran: "¿Por qué Sam Jackson trae un parche en el ojo? ¿Qué está pasando?". Y entonces unos meses después de Iron Man, en Hulk: el hombre increíble se nos ocurrió que Robert Downey apareciera al final. Pensamos que, si acaso, podríamos después construir el universo.

El público vio por primera vez parte de "Iron Man" a mediados de 2007, cuando Favreau, Downey y el resto del elenco presentaron unas escenas en la convención Comic-Con International, en San Diego.

DOWNEY Mi esposa siempre dice que nunca va a olvidar verme mientras yo miraba esas escenas en Comic-Con. Porque dice que yo estaba literalmente temblando por la emoción y satisfacción. Luego fui a rodar Una guerra de película (Tropic Thunder) y le enseñé a Ben Stiller algo del video de Comic-Con. Y me volteó a ver y sin vacilar dijo: "Esa película va a ser un éxito. Ok, ahora ensayemos esta escena". Pensé: "Él no diría eso solo por decirlo".

"Iron Man" se estrenó el 2 de mayo de 2008 en Estados Unidos, donde recaudó más de 98 millones de dólares en el primer fin de semana. Ya no era una posibilidad que Marvel hiciera más películas: era una certeza.

FEIGE El lunes justo después anunciamos las fechas de estreno para Iron Man 2, Thor, Capitán América y Avengers. Recuerdo que estaba muy emocionado de poder iniciar todo eso: "¡Este es el plan, va a ser algo inmenso!". Y la prensa no lo trató así; fue una mención casi al final de un artículo sobre la taquilla de Iron Man. Entonces pensé: "Bueno, supongo que la gente aún no lo ve". [Risas].

DOWNEY Lo más abrumador fue darme cuenta de que: "Oh, cierto, tengo que ir a hacer esto de nuevo". El término de franquicia es una acción constante; tienes que recrear algo y expandirlo cada vez.

FEIGE Ahí empecé a decir frases como "Fase 1 del MCU", porque no quería que solo pensáramos en Iron Man o en Thor como parte de una trilogía, que es la manera en la que muchos habían pensado antes en franquicias. Surgió más bien de los cómics, donde los personajes individuales de repente se unen para una serie limitada que es un megaevento y donde todo cambia, y luego regresan a sus cómics propios con nuevos poderes o vestimenta o cambios psicológicos. Eso lo podíamos hacer con la primera fase, que culminaría en la primera película de los Vengadores, después la segunda fase con otra película de Vengadores y al final una tercera para darle cierre.

DOWNEY La primera gran gira mundial para promover Avengers fue increíblemente extraño y genial; la película aún no se estrenaba pero ya la consideraban un fenómeno.

Ahora que se acerca la conclusión de esta fase, Feige y Downey intentaron resumir cómo fue la experiencia.

FEIGE Esto ha sido mi vida por alrededor de una década. Me casé en esa década, tuve dos hijos en esa década y he producido veintitrés películas en esa década. La verdad me cuesta detenerme a pensar sobre eso, por temor a que me ponga a llorar y haga el ridículo.

DOWNEY Si alguien hubiera entrado al restaurante donde nos reunimos la noche del estreno y dijera: "Oigan, soy el hombre de diez años en el futuro, dejen les cuento qué empezaron aquí", habríamos dicho: "No, ¿qué tal si todo sale terrible?". Nos habríamos atorado en los "qué tal si esto o lo otro…". Todo ha sido un salto de fe.