La reelección distorsiona el sobrio enfoque de la Semana Santa

Los interminables aprestos reeleccionistas del equipo político de Danilo Medina no cesan ni se detienen ante la obligatoria pausa del periodo de Semana Santa, como evidencian sus presiones contra el tribunal electoral para salvar a sus apoyadores del PRD constreñidos por uno de sus fallos.

Tampoco han reconocido que la inmensa mayoría de la opinión popular se manifiesta en contra del proyecto reeleccionista, por lo que es importante que se mantenga la vigilancia ciudadana como la que mantiene la campaña anti reeleccionista impulsada por el empresario Antonio Taveras Guzmán.

´La reelección no es un derecho´, ha dicho Taveras Guzmán en sus numerosos recorridos por las principales ciudades y conglomerados del país, afirmando que por el contrario es el medio por el que los gobiernos intentan desconocer el derecho del electorado a evaluar a sus gobernantes.

La Constitución de la República Dominicana siempre ha establecido limites a la relección, y en la actualidad está expresamente descartada para el que actualmente ejerce la Presidencia, por lo que la nación no debería estar de nuevo ante las presiones cíclicas para autorizarla.

Otra evidencia de la inoportunidad de la reelección es el rechazo que la misma encuentra en el propio partido gobernante, así como en una gran cantidad de legisladores de distintos partidos y tendencias. La reelección es una violenta imposición al sistema político y al régimen electoral.

El hecho de que la reelección tenga que ser impuesta por una revisión del texto constitucional no contemplada es una muestra evidente de la violencia ilegal que la misma le aplica a la República.

En esta Semana Santa 2019 debemos participar en los esfuerzos para impedir que se sigan violentando nuestras normas constitucionales en beneficio del gobernante de turno, impidiendo que la sociedad escoja libremente al sustituto de entre las numerosas ofertas conque cuenta.

La campaña anti reeleccionista de Antonio Taveras Guzmán es un esfuerzo que ha concitado el apoyo de muchos miles de dominicanos de todos los estratos sociales que están conscientes que el avance político del país tiene que definir un límite claro al continuismo de quienes al llegar a ostentar el poder se creen merecedores del derecho a serlo por siempre.

Este país cuenta con muchos hombres y mujeres con sólida formación y experiencia para dirigirlo con el concurso de los demás ciudadanos que están dispuestos a participar en la vida política de la nación con el espíritu del bien común y del sacrificio del que mayor ejemplo es la vida, pasión y muerte de Jesucristo.