EL MUNDO
Hoy se inicia la Semana Santa, o Semana Mayor, el período litúrgico más importante para el mundo cristiano, que en este año llega para recordar la importancia de la redención del pecado, el alejamiento de los fieles de la violencia, la delincuencia y la corrupción, a fin de vivir una existencia acorde con los principios de la fe católica, justo cuando se parece tornar más violenta, delincuente y corrupta la sociedad dominicana.

 La oportunidad de reintegración del ser humano consigo mismo, en base a principios que, si bien no son nuevos y modernos, son válidos y permanentes, levanta, con este Domingo de Ramos, sus ramos de olivo y sus palmeras para ofrecer a cada quien, con suficiente actitud para escuchar y aceptar, el perdón de cuanto de malo se ha hecho y – establece la Santa Iglesia- la oportunidad de reconstruir la trayectoria victoriosa de la unidad en Cristo.

El origen

Un pasaje bíblico, largo y detallado, apunta el origen de la celebración que hoy conocemos como Domingo de Ramos.

Es en Mateo, 21,1-11; “Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a Betania, frente al monte de los Olivos, Jesús envió dos de sus discípulos, y les dijo: entrad en la aldea y luego que entréis en ella, hallareis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo.

Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decir que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá. Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron.

Y unos de los que estaban ahí les dijeron: ¿Qué hacen desatando el pollino? Ellos entonces les dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron ir. Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él.

También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino. Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!

¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas! Y entró Jesús en Jerusalén, y en el templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania con los doce” (Mateo 21, 1-11).

Las ceremonias litúrgicas de ese día comienzan con la bendición de las palmas y ramas de olivo o laurel que llevan en sus manos los fieles, rememorando el pasaje evangélico.

Durante la ceremonia de la misa se da lectura al relato completo y dramatizado de la Pasión.

Para darle mayor fuerza, suelen hacerlo entre tres personas: uno (el sacerdote celebrante) leerá las partes de Cristo, otro (el Sanedrín) leerá las líneas de los demás personajes y uno tercero (el Cronista) hará de narrador.


Narración evangélica

De acuerdo a los Evangelios Canónicos la Entrada a Jerusalén describe el momento en que Jesús de Nazaret entró triunfalmente a Jerusalén, en medio de una multitud que lo aclamaba como el Hijo de Dios.

El Domingo de Ramos conmemora este hecho. La narración de la entrada a Jerusalén está escrita en el Nuevo Testamento, de la Biblia, siendo mencionada por todos los evangelios canónicos: (Evangelio de Mateo capítulo 21, 1-9; Evangelio de Marcos capítulo 11, 1-10; Evangelio de Lucas, capítulo 19, 28-40; Evangelio de Juan, capítulo 12, 12-19)

Antes de entrar a Jerusalén, Jesús se detuvo en Betania y Betfagé, y el Evangelio de Juan añade que cenó con Lázaro y sus hermanas María y Martla.

Ahí, se describe que Jesús envió a dos discípulos (no mencionados) a la aldea cercana, con órdenes de recuperar un borrico que había sido atado, pero nunca montado y dijo “Si os preguntan, decid que el Señor necesita el borrico, y que les será devuelto luego”.

¿Cómo fue?

El Evangelio de Juan, no obstante, simplemente dice que Jesús encontró el borrico. Juan y los Sinópticos establecen que Jesús entonces montó al borrico (o en Mateo al borrico y a la burra, madre de éste), dentro de Jerusalén.

Los sinópticos añaden que los discípulos pudieron poner sus capas en el animal, haciéndolo así más confortable. Los Evangelios describen cómo Jesús entró a Jerusalén y cómo la gente alfombraba su camino y también cómo dejaba a un lado pequeñas ramas de árbol.

La gente también cantaba una parte del Libro de los Salmos, específicamente los versículos 25-26 del capítulo 118. …Bendito es el que viene en el nombre del Señor. Bendito es el enviado del Reino de Nuestro Padre David…

El lugar de esta entrada no está especificado, pero se supone que tuvo lugar en la Puerta Dorada, desde donde se creía que el Mesías entraría a Jerusalén, otros estudiosos piensan que el lugar fue hacia el sur, pues tenía entrada directa hacia el templo.

EL DATO
El prime paso
Para los Cristianos Católicos, el Domingo de Ramos es el primer día de la Semana Santa, período en que conmemoran la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Se inicia rememorando la Entrada de Jesús en Jerusalén. La fecha de celebración varía cada año, siempre en el entorno de los meses de marzo y abril.

UN APUNTE

¿Quién la fijo?

El Concilio de Nicea I  en el año 325, se fija la fecha de la Semana Santa o  Pascua de Resurrección, cumpliendo  estas normas: Que la Pascua se celebrase en domingo; Que no coincidiese nunca con la Pascua judía, que se celebraba independientemente del día de la semana.

De esta manera se evitarían paralelismos o confusiones entre ambas religiones) y que  los cristianos no celebrasen nunca la Pascua dos veces en el mismo año.