Si creías que lo habías visto todo, probablemente aún no has descubierto el canal de Youtube de Jemk, un preso hondureño que cuenta casi a diario su vida desde prisión.

Encarcelado desde hace 10 años, ha encontrado en las redes sociales una vía para escapar de la rutina.

Con su teléfono móvil graba escenas cotidianas de su vida en la cárcel y sube selfies desde su celda en su cuenta de Instagram ‘Preso en el mundo real’.

Aunque pueda resultar extraño, Jemk (como se hace llamar, cada una de las letras corresponde a las iniciales del nombre de sus hijos) dispone de un smartphone con el que no sólo graba vídeos, sino también conversa con su familia sin que las autoridades de la prisión se lo impidan, ya que pertenece a un programa de reinserción penitenciaria que permite a los presos a los que les falta poco para alcanzar la libertad empezar a tener “contacto con la sociedad”, tal y como él mismo explica en uno de sus vídeos.

Tampoco tiene problemas para explicar por qué está en prisión. “No he matado, ni violado, quise comerme el mundo de un bocado y éstas son las consecuencias. Hice un robo y me costó carísimo. Me da vergüenza porque en mi casa me enseñaron valores y falté a todo ello”, afirma.


Fuente: El Mundo