La moringa es un árbol que ofrece valiosos recursos nutricionales y energéticos, se destaca por sus propiedades medicinales, desde combatir la fatiga, el colesterol o procesos inflamatorios a evitar las infecciones.

Se utiliza tradicionalmente para:

Estimular las defensas del cuerpo

Desintoxicar el cuerpo

Aumentar los niveles de energía

Controlar el peso y la digestión

Promover la piel sana

Aliviar los dolores de cabeza

Previene la pérdida de cabello

La moringa: Una aliada clave frente el envejecimiento de la piel

Las hojas secas de la moringa son un gran regalo para la piel por sus efectos nutritivos y su capacidad rejuvenecedora.

Muchas casas de cosmética ya incluyen esta planta entre los componentes de sus productos por su fortaleza para mantener a raya la aparición de arrugas y líneas de expresión, además de su capacidad para favorecer las estructuras celulares.

Ingredientes
1 taza de agua

1 rama de moringa.

Cómo se prepara el té de moringa
1 hierve el agua.

2 agrega la moringa.

3 deja entibiar y consume.

Es importante usar las hojas frescas o secas de esta planta, de las dos formas tienen el mismo beneficio. Antes que nada, es importante conservar sus propiedades, es por eso por lo que se debe secar a temperatura ambiente.