Redacción Internacional.- Muchas mujeres buscan soluciones alternas para buscando creer hábito para hacer ejercicio, tomando medicamentos o suplementos alimenticios que pueden poner en riesgo nuestras vidas.

Algunas de las opciones no funcionan. Para hacerte el hábito, además de elegir la motivación y la razón adecuada, es importante recalcar que no debes exagerar los primeros días.

Muchos lo hacen y claudican antes del primer mes, incluso antes de la primera semana.

Entrenar dos horas la primera vez, no sólo no te va a hacer perder el peso que ganaste en 10 años, va a lograr que al día siguiente no te puedas ni parar de la cama.

Toma en cuenta que el ejercicio será la mejor inversión de tu vida, que te proporcionará no sólo salud a largo plazo, sino también libertad, independencia y fortaleza física, mental y emocional.

Y para empezar, podemos tomar una hora de alguna clase grupal; ya sea baile, zumba, spinning o funcional y hacerla a nuestro propio ritmo.

Lo positivo de empezar con clases, es que los maestros nos llevan de la mano y si tenemos dudas podemos recurrir a ellos para sustituir algún ejercicio o por si llegamos a tener alguna molestia.

Consejos para iniciar:

Destina el tiempo que le vas a dedicar a la semana y respétalo. Toma en cuenta que es un tiempo para ti, para tu salud y para liberarte del estrés cotidiano.
Evita “ayudas” químicas, especialmente sustancias que no conoces y que muchas veces te venden en los gimnasios.

No te obsesiones con parecerte a nadie.

Ve con la ropa que te sea más cómoda y olvida lo que “está de moda”.
Evita en la medida de los posible comer azúcares de cualquier tipo y carbohidratos después de las 6 de la tarde o cuando tu actividad física disminuye previo a dormir.
Cambia el aceite de canola por el de oliva.
Cambia los dulces por la crema de cacahuate.
Elimina los refrescos y bebidas endulzadas o, en su defecto, sustitúyelas con agua mineral y limón con stevia y productos sin azúcar.
No te obsesiones con la báscula, a veces hay frustración porque no vemos una pérdida de peso, pero muchas veces no tomamos en cuenta que sí hay pérdida de grasa, pero también ganancia de músculo.
No compitas con otras; ni con tu amiga con la que te metiste a hacer ejercicio, ni ninguna otra persona.

No te excedas en tiempo. Una hora 5 veces por semana es suficiente si apenas empiezas.
No entrenes con el estómago vacío, no sólo no perderás grasa, sino que perderás músculo.

Consume proteína antes y después de tu entrenamiento. Adriana Lecona recomienda entre 1,5 y 2 gramos de proteína por cada kilo de nuestro peso en cada ingesta. Para un cuerpo de 60 kilos, son aproximadamente 20 gramos que encontramos en una pechuga de pollo o en cuatro claras de huevo.

Disfruta cada comida y evita quedar llena. Hacer ejercicio se puede volver un suplicio cuando comiste de más.
Mentalízate para gozar el ejercicio y no para sufrirlo. Poco a poco ve descubriendo qué clases te gustan más o qué tipo de actividades te hacen más feliz.

Si estás pensando en hacer algún tipo de “dieta”, acude a tu médico antes; particularmente si eres de las que suprimen algún grupo alimenticio, ya que combinar el ejercicio con dietas hipocalóricas puede resultar contraproducente y un riesgo para tu salud.

Ya que decidiste crearte un hábito como el del ejercicio, defiéndelo, respeta tu espacio, ese tiempo que destinarás para ti, para tu cuerpo y mente, para tu salud.

Empieza poco a poco y ve desafiándote a ti misma; busca superarte y verás que cada día tu cuerpo te responderá con mayor vitalidad y te exigirá más intensidad. La liberación de endorfinas te harán mucho más feliz y segura, lo que te ayudará a deshacerte de cualquier estereotipo y enfocarte en la mejor versión de ti misma que puedes ser día tras día.