Su estado de salud se evalúa como muy grave, pero los médicos hacen un pronóstico positivo al respecto.

Los rescatistas encontraron vivo a un bebé de 10 meses bajo los escombros del edificio residencial que este lunes se derrumbó parcialmente por una explosión de gas en la ciudad rusa de Magnitogorsk (provincia de Cheliábinsk).

El estado de salud del menor —que sufrió un traumatismo craneoencefálico cerrado y congelación severa— se evalúa como muy grave, pero los médicos hacen un pronóstico positivo al respecto. Un avión especial del Ministerio de Emergencias trasladó a Moscú al niño y a su madre junto con varios anestesistas y traumatólogos para que el pequeño sea tratado en la capital rusa.


Hallazgo del bebé

Piotr Gritsenko, especialista del Ministerio en operaciones de riesgo especial y responsable de los trabajos de emergencia en la zona, señala que mientras los rescatistas realizaban trabajos en el lugar del derrumbe uno de ellos oyó un llanto infantil.

"Después de eso, paramos todo el equipo para asegurarnos otra vez. Lo escuchamos, y cuando decíamos '¡silencio!', el niño también reaccionaba y hacía silencio. Empezamos a decir: '¿dónde estás?', y [el bebé] comenzó a reaccionar", indicó Gritsenko, precisando que cuando los rescatistas hablaban en voz alta el menor lloraba más fuerte.

Vladímir Putin en el centro de operaciones del Ministerio de Emergencias en Magnitogorsk, Rusia, el 31 de diciembre de 2018Vladímir Putin acude a la urbe rusa donde colapsó parcialmente un edificio tras una explosión de gas

Con ayuda de los perros, los socorristas confirmaron que bajo los escombros estaba atrapado un niño y fue entonces cuando se puso en marcha un amplio operativo de rescate.

Operativo de rescate
El jefe del operativo describe el sitio del hallazgo como "muy denso", con estructuras de madera y bloques grandes de escombros "todos comprimidos, uno sobre el otro".

"Escuché que [el bebé] estaba cerca, pero no actué porque entendía que podía hacerle daño [...] había peligro de que todo esto pudiera colapsar y deslizarse", añade Gritsenko, precisando que por este motivo se decidió no tocar los escombros encima del menor, sino liberarlo desde abajo.

"Poniendo refuerzos bajo las estructuras para que no se cayeran, pudimos sacarlo. En cuanto vi su rostro, el bebé se calmó y dejó de llorar. Estaba rosadito", relató el rescatista, precisando que en un principio se pensó que se trataba de una niña, pues llevaba calcetines de color rosa.

Piotr Gritsenko, miembro del centro de ejecución de operaciones de riesgo excepcional Líder / RT
¿Cómo sobrevivió?
Los rescatistas precisaron que el pequeño sobrevivió porque se encontraba en una cuna y estaba bien tapado con una manta.

"El bebé estaba apretado contra el colchón, la manta —que lo protegía del frío de la losa de la casa— se arrugó", indicó Gritsenko.

"La cabeza estaba apretada por la puerta de un armario y la posición del cuerpo fue cercana a la ideal para mantenerse [con vida] tanto tiempo en el frío", afirmó.