The Associated Press. Los Medias Rojas de Boston anotaron siete carreras en la cuarta entrada, en ruta a un aplastante triunfo 16-1 sobre los Yankees.

NUEVA YORK (AP) — Una apertura desastrosa de Luis Severino. Decisiones cuestionables del manager Aaron Boone. Sus temibles bates silenciados.

Como la neblina que cubrió su estadio la noche del lunes, el juego de los Yanquis se diluyó ante la agresividad de los Medias Rojas de Boston, incluido Brock Holt, quien protagonizó una noche impresionante al batear para el primer ciclo en la historia de la postemporada.

Andrew Benintendi limpió las bases con un doble dentro de un racimo de siete carreras el cuarto inning, el hit que encaminó a Boston a una desigual victoria 16-1 sobre Nueva York y a tomar una ventaja 2-1 en la serie divisional de la Liga Americana. Nathan Eovaldi maniató la ofensiva de Nueva York al permitir una carrera y cinco hits durante siete innings.

Con metódica y paciente ejecución, los Medias Rojas desataron un bombardeo de 18 hits — incluido el ciclo de Holt— para romper la racha de siete victorias seguidas de Nueva York como locales en las últimas dos postemporadas.

“Ha sido una noche divertida. Estuvimos funcionando a la potencia máxima”, comentó Holt, quien negó estar al tanto de su logro histórico hasta que un reportero de la televisión se lo dijo. “Ésta es una noche que recordaré por mucho tiempo”.

Fue además la derrota más abultada en la historia de los Yanquis en postemporada, un total de 396 juegos.

El cuarto juego será la noche de este martes en el Yankee Stadium y Boston tendrá en el montículo a Rick Porcello frente el veterano zurdo CC Sabathia.

Otro triunfo de los Medias Rojas liquidaría a su favor la serie al mejor de cinco juegos y les agendaría una cita para medirse con los Astros de Houston en la serie por el título de la liga a partir del sábado.

Horas antes, los reinantes campeones de la Serie Mundial completaron una barrida de tres juegos frente a los Indios de Cleveland.

La pesadilla del lunes dejó a los Yanquis al borde del abismo tras llegar entonados por haber sacado una victoria en Boston el fin de semana, que les daba la posibilidad de ganar la serie en su casa.

El Yankee Stadium estaba atestado desde antes del primer lanzamiento. Los fanáticos de los anfitriones rugieron a todo pulmón durante las presentaciones de los jugadores.

Pero dio la impresión que los Yanquis no estaban del todo preparados para el desafío. Severino pareció confundido en el inicio.

En el aire quedó flotando una pregunta. ¿Sabía el as de los Yanquis la hora de inicio del juego?

Según TBS, el canal a cargo de la transmisión televisiva, el derecho dominicano de 24 años no comenzó a calentar hasta que faltaban 10 minutos antes de la hora pautada, la mitad del tiempo que la mayoría de los pitchers suelen tomar.

Boone le restó importancia al asunto.

“Él tuvo bastante tiempo para calentar”, zanjó. “Así que esto no fue un problema”.

El caso es que Severino no duró mucho, al ser vapuleado por los Medias Rojas. El dominicano iba rumbo a las duchas en el cuarto inning.
No fue el único Yanqui despistado: el receptor Gary Sánchez dejó caer un lanzamiento en un intento de robo para facilitar la que fue la primera carrera de Boston, mientras que el jardinero izquierdo Andrew McCutchen se mostró muy lento al recuperar un hit que resultó costoso.

El primer cambio de lanzadores fue problemático para Boone al decidir traer a Lance Lynn en lugar de un relevista con experiencia para evitar que los Medias Rojas se despegasen.

Fue lo que ocurrió cuando Severino fue relevado tras llenar las bases. Lynn arribó y dejó entrar una anotación con un boleto y luego Benintendi disparó una línea por el jardín que remolcó sus primeras carreras de la serie para una ventaja 7-0.

Boston añadió tres carreras más en ese cuarto episodio, incluidas dos con un triplete de Holt.
“Él ha estado bateando muy bien desde hace tiempo”, resaltó el piloto boricua de Boston, Alex Cora. “Sentíamos que el duelo sería bueno para él esta noche”.

Así, los vítores iniciales a los Yanquis se transformaron en abucheos. Para el séptimo, el estadio estaba silenciado y las gradas empezaron a vaciarse.

Severino venía de poner en marcha la postemporada de Nueva York al lanzar cuatro innings en blanco en la victoria ante Oakland en el juego de comodines el pasado miércoles. Esa actuación hizo pensar que había dejado atrás el fiasco de su bautismo el año pasado, cuando solo sacó dos outs en otro juego de wildcards. En total, Severino fue castigado con seis carreras y siete hits, más dos boletos, para quedar con una efectividad de 6.26 en seis aperturas en los playoffs.

Con el partido fuera de alcance y a fin de no recurrir a sus mejores brazos del bullpen, Boone no tuvo otro remedio que recurrir al receptor Austin Romine para lanzar en el noveno. Romine fue la víctima de un jonrón de dos carreras de Holt para completar el ciclo.

Este fue el primer juego de postemporada en el Bronx entre los dos clásicos rivales desde que los Medias Rojas ganaron el sexto y séptimo juegos de la serie de campeonato de 2004, escenificada al otro lado de la calle en el viejo Yankee Stadium. Boston hizo historia esa vez al convertirse en el primer equipo en voltear un déficit 3-0 en una serie al mejor de siete, en camino a conquistar la Serie Mundial.

Por los Medias Rojas, el dominicano Rafael Devers de 6-2 con dos anotadas y una empujada. El puertorriqueño Christian Vázquez de 6-2 con una anotada y una remolcada.

Por los Yanquis, los dominicanos Gary Sánchez de 4-0, Miguel Andújar de 3-0. El venezolano Gleyber Torres de 3-1.