La República Bolivariana de Venezuela está envuelta en un conflicto entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, el cual ha generado una gran cantidad de muertos en ese país, como consecuencia de los enfrentamientos, que pudieron haberse evitado.

Y en otro contexto internacional, existe otro de mayor peligro. Nos referimos al caso de los Estados Unidos y Corea del Norte, que involucraría la intromisión de otros países para defender sus intereses y degenerar en una Tercera Guerra Mundial.

Los conflictos por más graves que pudieran ser, no tienen una mejor solución que abocarse a un diálogo sincero entre las partes, porque una guerra siempre sería como echarle más leña al fuego.

Y es por eso que da en la diana el papa Francisco cuando no solo lo sugiere, sino que no descarta la posibilidad de ofrecer la mediación del Vaticano en el caso de Venezuela, aunque deja por sentando que parte de la oposición está dividida, y que eso complica una solución.

El papa rememoró que la Santa Sede ayudó con cuatro presidentes facilitadores, en aparente referencia a la mediación de los expresidentes de España, José Luis Rodríguez Zapatero; de Panamá, Martín Torrijos, y de República Dominicana, Leonel Fernández, en Venezuela, el que dijo, no prosperó porque las propuestas no ayudaron.

Respecto a Corea del Norte y EEUU, el papa también ha pedido una solución diplomática para resolver la crisis, y sugiere que terceras partes como Noruega podrían servir como mediadores.

En ambos casos, es muy atinada y no tiene desperdicio la propuesta del Papa Francisco, y debe ser tomada muy en cuenta, ya que el diálogo y el entendimiento siempre deben imponerse.