Un documental de la BBC reveló cómo golpean y muerden ejemplares hasta ponerse "eufóricos". "Conocen el producto que consumen", dijo el realizador

Una filmación con cámaras espía conseguida por el equipo del documental Dolphins-Spy in the Pod de la cadena británica BBC ha revelado costumbres hasta ahora desconocidas de los delfines.

El equipo de John Downer Productions ocultó cámaras subacuáticas escondidas en robots que simulan ser tortugas o peces para no espantar a los delfines y captar imágenes sin interferir en su conducta..

En su primera emisión, el documental muestra la actividad de los delfines reunidos en cardúmenes de gran tamaño, poco habituales para el ojo humano.

Pero el fragmento más interesante es el que ha captado a un pequeño grupo de delfines jóvenes que parecen jugar con peces globo. Los delfines nadan rodeando al pez globo, lo mordisquean y se lo pasan de unos a otros, a la vez que muestran una conducta que podría interpretarse como de euforia tras la ingestión de las toxinas que producen este tipo de peces, más conocidos por su capacidad de inflarse como respuesta de defensa.

El pez globo produce tetrodotoxina, una potente neurotoxina que se aloja en sus vìsceras y puede ser mortal para quien la ingiera. Si el tamaño del pez globo inflado no impide a su agresor tragarlo, la tetrodotoxina hará el resto.

La filmación de la BBC no está acompañada de estudios que demuestren que los delfines usan la toxina como droga, pero según Rob Pilley, zoólogo y productor en la serie, los delfines parecen actuar específicamente para conseguir la droga.

Pilley detalla que los delfines se acercan lentamente al pez globo y que, posteriormente, empiezan a "actuar de una manera peculiar, dando vueltas con sus morros y tocando al pez globo". Según el productor del documental, los delfines parecen entrar en "un estado de trance" tras recibir la toxina.

Rob Pilley considera que los jóvenes cetáceos captados en estas imágenes secretas tratan al pez globo de una manera diferente al de sus presas regulares y que, al igual que cualquier consumidor de drogas, parecen conocer el producto que consumen.

Una cámara "tortuga" permitió captar imágenes únicas de los delfines en el mar