La ingesta de huevos en edad adolescente ha dejado de estar relacionada con algunos delos factores de riesgo cardiovascular, como el perfil lipídico, la adiposidad, la resistencia a la insulina o la tensión arterial, tal como recogen algunos de los últimos estudios al respecto, que han sido analizados por investigadores de la Universidad de Granada.

 

“Tradicionalmente los profesionales de la salud mantenían que comer huevos incrementaba el nivel de colesterol, por ello en las últimas décadas ha habido una llamada a restringir su ingesta desde diversos organismos de salud pública”, explica Alberto Soriano Maldonado, primer autor del artículo, que se publica en la revista Nutrición Hospitalaria.

 

El trabajo de la Universidad de Granada, que glosa los resultados del estudio europeo HELENA, señala que comer más cantidad de huevo no se vincula necesariamente con un mayor nivel de colesterol plasmático ni con un peor perfil cardiovascular en adolescentes, independientemente de su actividad física.

 

Según Soriano, el incremento del colesterol plasmático parece estar más influenciado por la ingesta de grasas saturadas y grasas trans –presentes en carnes rojas, bollería industrial, etc.–, que por el propio colesterol de la dieta.

 

Como consecuencia, los autores sugieren una revisión de las recomendaciones para la alimentación de los adolescentes, si bien sostienen que sería conveniente acometer de nuevo la investigación en una población en la que la ingesta de huevo sea superior.

 

“El huevo es un alimento barato y rico en proteínas de primera calidad, minerales, folatos y vitaminas del grupo B y, por tanto, puede aportar gran cantidad de los nutrientes que son necesarios en edad adolescente para un óptimo desarrollo”, subraya el investigador.

Desterrando el mito.

 

En 1973, la Asociación Americana del Corazón recomendó limitar la ingesta de huevos a un máximo de tres por semana, una idea que fue aceptada durante años por los responsables sanitarios.

 

Sin embargo, aunque la mayor parte de los alimentos ricos en colesterol suelen ser también ricos en grasas saturadas, un huevo de tamaño medio contiene unos 200 miligramos de colesterol, pero tiene más grasas insaturadas que saturadas y aporta solo 70 calorías.