APUNTE.COM.DO, Santo Domingo, República Dominicana. — La felicidad no siempre llega de forma inesperada; a veces, se construye con pequeños hábitos diarios que mejoran la calidad de vida y la salud emocional. Especialistas en psicología y bienestar coinciden en que incorporar prácticas sencillas puede marcar la diferencia entre un día común y uno lleno de satisfacción.
Según la psicóloga Ana Rodríguez, “la felicidad no es un destino, sino un recorrido que se fortalece con decisiones conscientes. Pequeños cambios en la rutina pueden generar grandes impactos en nuestro bienestar”.
Entre los hábitos más recomendados por expertos se encuentran:
1. Practicar la gratitud: Tomarse unos minutos cada día para reflexionar sobre lo que se tiene, en lugar de enfocarse en lo que falta, ayuda a cambiar la perspectiva y valorar las cosas simples de la vida.
2. Ejercicio físico regular: No se trata de pasar horas en un gimnasio, sino de moverse. Caminatas, estiramientos o alguna actividad que aumente la circulación sanguínea generan endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad.
3. Dormir bien: Un descanso adecuado es fundamental para el equilibrio emocional. Dormir entre 7 y 8 horas mejora el estado de ánimo y la capacidad de concentración.
4. Conectar con otros: Mantener relaciones saludables y dedicar tiempo a familiares y amigos fortalece la sensación de pertenencia y apoyo emocional.
5. Practicar la atención plena (mindfulness): Estar presente en el momento, sin distracciones ni preocupaciones por el pasado o futuro, disminuye la ansiedad y potencia la sensación de paz interior.
6. Dedicar tiempo a actividades que generan placer: Leer, escuchar música, cocinar o cualquier hobby que provoque alegría contribuye a un estado de ánimo positivo constante.
Ramiro Estrella, periodista y abogado, director ejecutivo de Apunte.com.do, señala que “aunque la felicidad pueda parecer un concepto abstracto, la realidad es que se puede entrenar. La constancia en hábitos simples transforma la vida de manera significativa”.
En definitiva, ser un poco más feliz cada día no requiere cambios drásticos, sino decisiones pequeñas y conscientes que, con el tiempo, construyen una vida más plena y equilibrada.