Un hombre utiliza termómetro para medir la temperatura del cuerpo de una mujer.

BOGOTÁ.- En países como México y Colombia se está compartiendo un vídeo titulado “La pistolita de temperatura mata neuronas”, en el que se escucha hablar a un doctor llamado José Mena, quien expone los peligros derivados de medir la temperatura con un termómetro infrarrojo.

Estos termómetros están siendo utilizados en la actualidad en comercios de todo el mundo para establecer si una persona tiene una temperatura mayor a 37 grados, con el fin de reconocer quién puede tener o no síntomas relacionados con el nuevo coronavirus.

En el vídeo, Mena advierte de que la medición con este termómetro directamente en la cabeza se asemeja a “realizar rayos X” y puede desencadenar en la muerte de neuronas, lo que causaría “problemas en el sistema nervioso”.

El doctor también apunta que para las autoridades sanitarias “no es conveniente que se conozca sobre los daños que puede ocasionar esta ‘pistola’, pues necesitan vender más medicamentos”.

La Agencia EFE contactó al doctor José Mena Abud, inscrito en el Registro Nacional de Profesionistas de México, quien reconoció que su voz corresponde a la del audio del vídeo y aseguró que cuenta con “todas las evidencias científicas”, aunque declinó ofrecer detalles sobre las mismas.

DATOS: Es falso que estos termómetros sean dañinos para el cuerpo ni causen ninguna enfermedad porque no desprenden radiación infrarroja, según la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).

La FDA sugiere el uso de termómetros infrarrojos en los procesos de reapertura comercial tras el confinamiento por la pandemia con el fin de no entrar en contacto con las personas y así evitar la expansión del virus.

Además, estos aparatos son capaces de brindar una medida exacta y rápida de la temperatura y así identificar las personas con fiebre, uno de los síntomas de la COVID-19.

Fernando Montoya, médico cirujano y docente del programa de Medicina de la Fundación Universitaria San Martín, con sede en Colombia, advierte de que este tipo de termómetros se limitan a leer el calor que emite la persona, pero en ningún caso emiten radiación.

“No existe ningún peligro. Es importante no confundir el aparato que emite radiación con el que lee radiación. Algunos de los termómetros infrarrojos emiten una luz visible para facilitarle al manipulador que oriente el aparato al sitio que desea medir con precisión”, afirma.

Según Montoya, esa luz “no es peligrosa” y, además, no es necesaria en las tomas de corta distancia y algunos termómetros ni siquiera la tienen.

Para el investigador en neurociencias de la Universidad de Antioquia (Colombia) Andrés Villegas Lanau, el termómetro infrarrojo no tiene por qué causar ningún daño para la salud si se manipula de manera adecuada.

“El termómetro no está teniendo ningún contacto con nosotros, entonces no puede generar la muerte de neuronas. No afecta para nada a las estructuras encefálicas”.

“Estos termómetros están midiendo la temperatura del punto al cual se está apuntando, es decir, hacia dónde se apunta el sensor. No es lo mismo, entonces, tomarlo en la mano, en la frente y el cuello”, subraya Villegas, quien considera que lo más indicado sería tomar la temperatura en el cuello o en la frente para tener una medida exacta y más cercana a lo que se busca conocer.

Cabe resaltar que la Organización Mundial de la Salud asegura que “los termómetros sin contacto resultan eficaces para detectar a personas con fiebre (…) sin embargo, no permiten detectar a personas infectadas por el virus de la COVID-19”.

La temperatura alta, acompañada de tos seca y cansancio son los síntomas más habituales de esta enfermedad.