BRASILIA.– El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, insistió este viernes en que la economía de Brasil no puede ser paralizada por las medidas adoptadas por gobiernos regionales y municipales para frenar el avance del coronavirus y pidió que los mandatarios regionales piensen en el país como un todo.

“La economía no puede parar. No pueden (los gobernadores) tomar decisiones que van a dificultar el esfuerzo final que estamos haciendo”, afirmó el jefe de Estado en una rueda de prensa en la que criticó medidas adoptadas por algunos gobiernos regionales como cerrar aeropuertos, puertos y carreteras.

Según el líder ultraderechista, esas medidas pueden amenazar el abastecimiento de alimentos y productos básicos debido a que las empresas no tienen cómo transportarlos de un estado a otro.

“Hay insumos necesarios para combatir el coronavirus que tienen que ser transportados, como mascarillas, guantes, oxígeno, medicinas… Los gobernadores no pueden tomar la decisión que ellos creen que es la mejor”, dijo.

“Hay un estado al que sólo le faltó declarar la independencia de Brasil”, dijo Bolsonaro en clara referencia al gobernador de Río de Janeiro, Wilson Witzel.

ENFRENTAR EL CORONAVIRIS SIN PÁNICO

Como en los últimos tres días, Bolsonaro dijo que la crisis generada por el coronavirus es grave -se han registrado al menos 11 muertos y más de 900 casos confirmados en Brasil-, y que el Gobierno está preocupado pero que no puede ser tratada con pánico.

“Desde hace algunos días vengo diciendo que no podemos entrar en pánico. Tenemos que evitar la histeria porque eso agrava la situación del coronavirus”, afirmó.

El mandatario señaló que instruyó a sus ministros a que dialoguen con los gobernadores y con los empresarios para consensuar soluciones y “unificar” las medidas tomadas regionalmente.

“Siempre estuve abierto al diálogo con los gobernadores. La política no puede ser colocada encima de una emergencia como la actual”, dijo al admitir sus divergencias ideológicas y políticas con varios de los gobernadores de los 27 estados brasileños.

En la misma rueda de prensa y al ser interrogado sobre la posibilidad de que Brasil decrete una cuarentena obligatoria para toda la población, el ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, admitió que “estamos trabajando con todos los escenarios”.

Pero, aclaró, Brasil no puede ser comparado con otros países de la región por su dimensión continental y por contar con regiones en que la incidencia del coronavirus es mínima, como en la Amazonía; y otras con elevada población en donde la transmisión del virus ya es comunitaria, como Sao Paulo.

“Es por eso que necesitamos una respuesta única y no podemos trabar las cosas. El otro día cerraron una carretera y eso bloqueó una carga de oxígeno que esperábamos con urgencia”, explicó.

MANTENER PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS Y PRODUCTOS BÁSICOS

El ministro reforzó el discurso de Bolsonaro y dijo que Brasil no puede parar todo porque necesita mantener la producción y la distribución de alimentos y productos esenciales.

“Tenemos que mantener lo esencial, como alimentos, insumos y transporte público. Decisiones de interrumpir o cerrar son fáciles de tomar pero tienen que ser muy bien pensadas”, dijo.

“Podemos aumentar el número de camas para atender los pacientes pero para eso necesitamos que se sigan produciendo y transportando equipos, medicinas, respiradores…”, afirmó.

En el mismo sentido se pronunció el secretario especial de Productividad y Empleo del Ministerio de Economía, Carlos da Costa, para quien es importante que la actividad económica se mantenga.

“Es importante que los trabajadores mantengan la serenidad y garanticen su salud pero también la actividad. Necesitamos que los trabajadores lleguen en número suficiente a sus lugares de trabajo y que esto lugares tengan condiciones de garantizarles la salud para que podamos mantener la producción de productos básicos”, dijo.

Bolsonaro manifestó su preocupación con el mantenimiento de la economía poco después de que el Ministerio de Economía revisara hacia abajo la proyección para el crecimiento de Brasil en 2020 desde el 2,1 % previsto la semana pasada hasta el 0,02 % calculado teniendo en cuenta el impacto del coronavirus.

Algunos economistas y entidades financieras, sin embargo, prevén que Brasil terminará 2020 con retracción económica, lo que agravará la situación en un país que crecía muy lentamente tras la histórica recesión que sufrió en 2015 y 2016.

En la misma entrevista y la ser interrogado sobre su estado de salud, Bolsonaro dijo que ya se hizo dos exámenes que dieron negativo para el coronavirus pero que, si su médico lo considera necesario, se practicará un tercero. “Después de una puñalada (que sufrió en 2018 durante la campaña electoral) no va a ser una gripita la que me va a derribar”, dijo.