Redacción Internacional.-.- Acabar con los prejuicios de género y con los abusos sexuales a menores y promover la igualdad de oportunidades son algunas líneas de trabajo de ONG e instituciones ante el Día Internacional de la Niña

La ONU conmemora este jueves esa jornada y parte de la premisa de que en el mundo hay 1.100 millones de niñas que, en muchos casos van al colegio, trabajan en casa o en fábricas y cuidan de sus mayores mientras se preparan para asumir otras responsabilidades de la vida adulta.

Sin embargo, padecen situaciones de desigualdad y violencia que los convierten en vulnerables

Según datos de la ONU en casi medio centenar de países no hay leyes que protejan a las mujeres de la violencia doméstica.

Además, tan sólo este año, doce millones de niñas menores de dieciocho años contraerán matrimonio y veintiún millones de niñas de entre quince y diecinueve años quedarán embarazadas en las regiones en desarrollo, lo que condiciona su futuro.

Para la ONG Save the Children las niñas son víctimas de una violencia que pasa por la explotación y el abuso y se manifiesta en hechos como la trata y el tráfico y de prácticas supuestamente culturales como la mutilación o el matrimonio infantil.

En su página, Oxfam da voz a una asociación de mujeres subsaharianas que trabaja contra la mutilación genital a través de la sensibilización no sólo de las mujeres, sino también entre los profesionales de la salud, los líderes de comunidades y representantes religiosos.

Por su parte, Médicos sin Fronteras (MSF) recuerda desde su web que en 2016 murieron 5,6 millones de niños menores de cinco años en todo el mundo, en especial por complicaciones en el embarazo o el parto, las infecciones respiratorias agudas, las anomalías congénitas y la diarrea.

Eso lleva a que dos tercios de sus pacientes sean pediátricos, desde Oriente Próximo a América Latina, donde dicen trabajar en contextos de violencia en países como México y Colombia.

Unicef, agencia de la ONU especializada en la infancia, pone énfasis en la mayor vulnerabilidad de los menores en situaciones de emergencia, desde las generadas por fenómenos naturales como terremotos o ciclones a las crisis sanitarias y los conflictos armados, que a su vez dan lugar a cifras ingentes de desplazados y refugiados.

Ello hasta el punto de que cifra en 535 millones de niños y niñas los que cada día padecen las consecuencias de esas situaciones.

En este contexto, las organizaciones no gubernamentales suelen llamar la atención sobre la necesidad de atacar la desigualdad de género y la pobreza como vía para acabar con los problemas que padecen las niñas.

Por ello presionan para que haya cambios legislativas que protejan en mayor medida a la infancia e impulsan programas que animen a las niñas a no abandonar la escuela y a recuperar sus vidas cuando han sido víctimas de matrimonio forzoso.

Entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible que la ONU ha fijado para 2030 figura el de la igualdad de género, que incluye que ellas tengan el mismo acceso como ellos a la educación, la sanidad, a un trabajo decente y a participar en los procesos de adopción de decisiones políticas y económicas.

Las metas pasan por eliminar la trata y todo tipo de explotación, así como las “prácticas nocivas”, como el matrimonio infantil, precoz y forzado y la mutilación genital femenina.

Además, “se pretende actuar para reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico no remunerados mediante servicios públicos, infraestructuras y políticas de protección social, y promoviendo la responsabilidad compartida en el hogar y la familia”, añade el documento de las Naciones Unidas.