Rechazo a la marca PLD y distribución porcentual efectiva  en PRM potencian opción de cambio que encarna Luis
La acumulación de grandes escándalos de corrupción, impunes durante décadas, el colapso institucional, el dilatado descalabro de servicios públicos básicos y la insalvable brecha entre el aletargado poder adquisitivo de la población y el alto costo de la vida, han causado estragos irreversibles –al menos durante un buen tiempo– en la marca PLD.

A tal punto llegaron la decepción y el hartazgo de la población con el PLD, que apenas a 5 meses de la instalación de su último gobierno se produjeron las más grandes movilizaciones sociales que se recuerden, en rechazo a tanta impunidad frente a la  corrupción administrativa, en las protestas de #MarchaVerde que según midiera Gallup alcanzaron hasta el 91% de apoyo del electorado.

El cansón escenario de un partido envuelto en una interminable  rebatiña a  muerte política entre el presidente Danilo Medina y el ex presidente Leonel Fernández ha sido otro factor negativo de lo que antes fue la imagen casi impoluta del PLD.

Tal es el deterioro que padece hoy la marca morada, que ni la nublazón propagandística del PLD, parte fundamental de la montaña del despilfarro de los fondos públicos, ha servido como mecanismo de control del daño hecho.

Por eso en la encuesta Gallup-Hoy  de hace unos días salió a relucir por vez primera que el partido de gobierno es la organización política con mayor tasa de rechazo entre los electores consultados que preguntados sobre el partido político que menos les simpatiza, un 30% respondió que el PLD, siguiéndole su aliado PRD, con un 23%, mientras los no simpatizantes con el PRM se redujeron a un 10.6%.

Otro dato de Gallup-Hoy que impacta la favorabilidad de Luis, es que al distribuirse de manera porcentual el universo de los electores que se identifican con el PRM, la proporción efectiva correspondiente al economista y líder político lo coloca en una posición inalcanzable para quienes al interior del partido pudieran disputarle la nominación presidencial para 2020.

En esa proporción porcentual efectiva, derivada de los datos de Gallup-Hoy de marzo,  Luis alcanza un 72%; Hipólito Mejía un 18%; David Collado un 7% y Carolina Mejía el 3%. como muestra el gráfico.

 

Esa posición de primacía al interior del principal partido que compite con el PLD potencia a la opción Luis ante los electores  indefinidos, independientes o reacios a emitir opiniones, así como ante quienes se identifican como opositores que  coinciden con Abinader en en planteamiento de un cambio que supere el agotado modelo de gobierno morado.  

Mientras tanto es tal es el descalabro de la imagen del PLD, que uno de sus principales grupos dejó hace tiempo de hacer encuestas mientras el otro sale ahora con abultados lanzamientos mediáticos, intentando enterrar en vida a sus oponentes, y olvidando su petición de dejar que los muertos entierren a sus muertos  e insuflando artificialmente a quienes aún no hacen el aprendizaje de volar por cuenta propia.