La República Dominicana ha estado inmersa en una situación de incertidumbre con la crisis post electoral generada con los comicios del domingo 15 de mayo, tras las constantes quejas de los partidos de oposición contra la Junta Central Electoral (JCE), organismo al que acusan de no haber manejado bien ese proceso.

Son incontables las quejas en la casi totalidad de provincias, solicitando en algunos de los casos nuevos comicios.

Se hace necesario en consecuencia, que las distintas juntas electorales cumplan con el debido conteo, reconteo o cualquier otras quejas sobre el proceso, y que los tribunales que han sido apoderados por casos de irregularidades las conozcan con la mayor prontitud posible.

El país no debe continuar en una especie de toque de queda al que literalmente ha sido sometido.

Es necesario el retorno a la normalidad, sino es mucho pedir