Pablo McKinney

4-40 y PRO- Consumidor

 

            Frente al país y para que se entere quien desee o le corresponda, digo que anda infeliz y bien montada una campaña mediática, judicial, institucional, política y chismográfica, que tiene como objetivo mutilar e inutilizar a PRO CONSUMIDOR, que es una de las escasas instituciones/acciones donde el PLD y sus gobiernos nos han hecho recordar a Bosch y su digna intransigencia en la defensa del país o sea de TODOS los dominicanos.

            Hablo de una campaña que tiene la poco cristiana intención de convertir a PRO-CONSUMIDOR en un elefante blanco, depósito de botellas para pagar favores políticos y poco más, entregándosela sin remordimiento cristiano a cualquier franquicia política aliada.  

            Hablo de convertir a ProConsumidor en un PRA, en una cancillería en pequeño, en Bienes Nacionales, INESPRE, Cerarte, o cualquiera otra de esas “cosas” que son la evidencia en gris del dominante concepto del Estado como un botín que se reparte.  Es una campaña completa y detallista, de calumnias afrentosas, Twitter y tuis  inventados, con notas de prensa falsificadas para enfrentar a Altagracia Paulino, su directora, con el Presidente de la República.

            La campaña solo tiene un error, y consiste en obviar el hecho de que el presidente Medina, a partir de su demostradas acciones en defensa de las grandes mayorías (Barrick Gold, Loma Miranda, Educación, Mypimes), o sea, a partir de su partitura político/musical, tiene en Altagracia a una interprete más afinada que Víctor Víctor cuando mañana me cante “La Brisa de la Tarde” en la noche de Lucia. La Paulino es una interprete afinada en los lineamientos presidenciales de lucha contra la inequidad y por la inclusión, cual si fuera El Torito de Bonao cuando canta “Ella” (... y la luna sale para saludarnos).

            Hablo de una campaña completa que muestra las garras y los malos juegos de estos señores del gran capital de este capitalismo -más que salvaje feudal- que nos hemos montado en esta selva de sueños truncos y caderas salvadoras como cristos de carne y son que todavía nos bendicen. (“Qué sería de la noche sin ti”.)

            La campaña, con sentencia y tuis está ahí. Y surge entonces la pregunta:

            Qué c... vamos a hacer nosotros, usted y yo, la sociedad civil y la militar, las abogadas elegantes y buenonas, o las feministas valientes y greñudas; la izquierda con camino o la derecha con sentido, el perredeísta consciente o el peledeísta nostálgico, los chulos del colmadón y la chica “desinquieta” del Drink, mis amigos de El Bomba de aquel lado o mis enllaves del Bar de los Espejos que al fin tiene jamón serrano y queso manchego.

            Qué haremos todos ante esta afrenta de los señores del poder financiador de partidos en campañas electorales, que sin ser Carlos Batista, ya ven, salen muy caros. (Caros, como un olvido o la espera). Con su permiso.