La sociedad dominicana demanda a partir del 16 de agosto los cambios necesarios y atinados en el gobierno de Danilo Medina.
 Esos cambios deben  ir no solo porque ninguna persona que haya nacido en esta tierra puede creerse que las funciones públicas están determinadas para ellos como si fueran heredadas de sus padres, sino porque ya muchos de estos, especialmente los que vienen de la pasada gestión no sienten ya ningún compromiso de trabajo por el país ni por el PLD al ponerse viejos en sus funciones y enriquecerse.

Doce años es demasiado para que un funcionario por más preparado que esté dirija una institución, ya que se corrompen y solo piensan en ellos, en sus familiares y en sus queridas, haciendo que  las esperanzas de los que no han podido ir al gobierno se pierdan, que sus ideas renovadoras se esfumen y que en cambio la altanería, la prepotencia y la haraganería se convierta en leitmotiv de los funcionario del gobierno. 

Danilo Medina ha demostrado que no tiene miedo ni temores a ningún poder establecido en la tierra, como lo dejó saber cuando salió del poder y se dedicó a fortalecer su proyecto, que hoy es una realidad. Entonces, por qué no producir los cambios con gente que no esté etiquetado por actos inmorales y de corrupción. No lo entiendo realmente

Hay mucha frustración en el PLD y en los movimientos de apoyo que trabajaron por usted señor  presidente y más aun cuando se observa que en su gobierno bajo el pretexto de la democracia, se integran a sus más enconados adversarios de la campaña electoral  y a quienes se precian de no ser peledeístas y de no interesarles esto.

Sería bueno que el presidente se reúna con sus funcionarios y los ponga en su puesto, ya  que andan corriéndole a la base del PLD como carros de carreras, burlándose a su vez de los que trabajaron para que su partido llegara al poder. 

Dígale a Gustavo Montalvo, a Rubén Bichara (Rápido y Furioso) y Carlito Pared, que se den un baño de pueblo y que hagan lo que está haciendo el director de Aduanas, Fernando Fernández, dándoles poder a las bases partidarias, que dejaron el cuero en la calle durante el trayecto de campaña.
 

Están equivocados los que quieren la eternidad del PRD

A pesar de estar dividido en dos facciones, la que encabeza Miguel Vargas Maldonado y la de Hipólito Mejía, el Partido Revolucionario Dominicano sigue siendo la organización  con mayor presencia y apoyo en el escenario político nacional, así lo evidencian  las preocupaciones generalizadas que en los últimos días han manifestado diversos sectores políticos, sociales, religiosos y de la autoproclamada sociedad civil. Eso nadie lo duda.

¿Pero cuál es en realidad  la razón que lleva a esos sectores a pedir la unificación y permanencia en el tiempo del PRD? 
 Una de ellas hay que buscarla en la cercanía que éstos tienen con esa entidad política y su odio ancestral contra el Partido de la Liberación Dominicana, organización que le ha dado cinco derrotas al PRD. Esto  los vuelve loco y los pone a pensar en los 36 años más que pudiera durar el PLD en el poder como dijera  Leonel Fernández en la apertura del VIII Congreso de su organización. 
 Por eso su interés en buscar formulas posibles para que los lideres perredeístas depongan sus actitudes personales y lleguen algún tipo de  acuerdos tendentes a la unificación, toda vez que para poder  desplazar al PLD del gobierno, según esos sectores se necesitará de una férrea unidad que pueda con éxito  multiplicar los trabajos electorales de cara al 2013.

  Otra de de las razones está ligada al interés de lograr con el PRD  lo que no han conseguido hasta el momento algunos de ellos, las cuotas de poder, dinero y posiciones como funcionarios.

Pero también porque muchos de ellos pese a no dar la cara en el fondo son militantes indirectos de esa organización y no le perdonan al PLD haber desplazado al buey blanco cuando aquí se pensable que era imposible que esto pudiera ocurrir, ya que el PLD era una organización con un poco más de 13 mil miembros en todo el país.

Su odio y rencor con todo lo que le huela a PLD los lleva a negar los principios fundamentales de la ley de las transformaciones que dice que lo nuevo se impone a lo viejo, cuestión que muy bien conocen ellos.

Saben de antemano que el PRD cuenta con casi 80 años desde que se fundara en Cuba en 1939 y que ya no tiene nada que ofrecerle a la población. Por lo que en verdad hay que buscar el camino para otras organizaciones sean estas de izquierdas, de la derecha  o de centro izquierda, pero hay que  ir con  el proceso de cambio que se están generando en el mundo donde las viejas y anquilosadas organizaciones políticas han sido sustituidas por instituciones nuevas y creíble por su reciedumbre y moral política, que no es el caso del PRD.

¿Acaso no existen más organizaciones en República Dominicana, que luchen por mantener el contrapeso y el orden democrático que una vez llegado al poder garanticen la consolidación de la democracia,  las libertades públicas, la paz ciudadana, elecciones libres, salud,  equidad de género y la educación  a los que  vivimos en esta media isla. 

¿Por qué tiene que ser el PRD el garante de las conquistas democráticas y el contrapeso del gobierno como dicen ellos?
 Si es el PRD el verdadero garante de la democracia, no tiene sentido que se mantenga la Dialéctica como madre de los cambios, esta debería desaparecer  y dar paso a otra ley que esté de acuerdo con lo rancio, lo viejo y anquilosado, que es precisamente lo que representa la existencia del PRD en el país.

francisperez58@gmail.com