Los pasajeros de aviones que se accidentan en la actualidad, como el Vuelo 214 de Asiana Airlines en San Francisco, tienen más posibilidades de sobrevivir que en los desastres aéreos de antaño.

El accidente del sábado es el más reciente en el que un enorme aparato comercial queda destruido y en el que la mayoría de los pasajeros se salvan. Aunque numerosas personas sufrieron cortaduras, magulladuras y fracturas, sólo perdieron la vida dos de los 307 pasajeros y tripulantes.

Ahora las aeronaves son estructuralmente más sólidas. En la cabina, los asientos son más fuertes y es menos posible que se desplacen y aplasten a los pasajeros. El forro de los asientos y la alfombra del piso son ignífugos, y las puertas son más fáciles de abrir. Estas mejoras permiten a las personas abandonar la nave con mayor rapidez.

La naturaleza de los accidentes de aviación también ha cambiado. Debido a las mejoras tecnológicas en la cabina de control, los aviones pocas veces se estrellan contra montañas u otra aeronave, accidentes que suelen ser mucho más letales.

"Hay más posibilidades de sobrevivir a los accidentes de aviación en la actualidad que cuando ocurrían hace algunas décadas", dijo Kevin Hiatt, presidente y director general de la Fundación para la Seguridad en Vuelo, un grupo sin fines de lucro que recibe financiamiento del sector y que está orientado a mejorar la seguridad aérea.

"Con los incidentes del pasado hemos aprendido lo que podemos mejorar", apuntó.

Los investigadores intentan determinar por qué se estrelló el avión de la aerolínea surcoreana Asiana. Sin embargo, cualquiera que haya sido la causa, el suceso refleja la tendencia a que un número menor de personas pierda la vida en un accidente aéreo.

Las probabilidades de sobrevivir no siempre estuvieron a favor de los pasajeros.

De 1962 a 1981, el 54% de las personas involucradas en un accidente de aviación falleció. De 1982 a 2009, la cifra se redujo a 39%, de acuerdo con un análisis que hizo The Associated Press de estadísticas de la Comisión Nacional de Seguridad en el Transporte.

Estas cifras sólo incluyen accidentes de aviación en los que al menos una persona perdió la vida. Hubo otros desastres graves en los que sobrevivieron todos los ocupantes de los aparatos.

El más famoso fue el accidente de un avión de US Airways en enero de 2009. El aparato perdió potencia después de que golpeara una bandada de gansos tras despegar del aeropuerto LaGuardia en Nueva York.

El capitán Chesley B. "Sully" Sullenberger dirigió el Airbus A320 hacia el río Hudson y las 155 personas a bordo sobrevivieron. Este accidente recibió el sobrenombre del "Milagro del Hudson".