Si alguna vez te han dicho que eres una "amargada" entonces te gustará saber que hay ciertas actitudes que de acuerdo al famoso psicoanalista Paul Watzlawick, definen a una persona que sufre de amargura crónica.

La amargura junto al pesimismo, la negatividad, la desesperanza y el prejuicio, provocan que no encuentres esperanza y que sientas que todo lo que te rodea es malo, cuando en realidad solo se trata de tu forma de ver las cosas.

Un cambio decidido en el control de tus emociones y pensamientos podría ayudarte a eliminar esa forma pesimista de ver la vida, pero primero hay que identificar ¿qué tan amargada eres? esto dice el psicólogo Paul Watzlawick al respecto.

- CREES QUE SIEMPRE TIENES LA RAZÓN

Las personas amargadas creen que todos están mal menos ellas y que esa es la razón de su sufrimiento, cuando en realidad su forma de ver la realidad es lo que les causa dolor.

- CREES QUE EL PASADO ES MEJOR
Las personas amargadas no disfrutan el presente y siempre le están buscando aspectos negativos, por eso siempre piensan que en el pasado estaban mejor, recuerdan momentos de alegría y creen que no volverán a repetirlos. Lo gracioso es que en esos momentos que ahora recuerdan también la pasaban mal.

- LE TIENES MIEDO AL ÉXITO
Si eres la típica persona que no hace las cosas porque tienes miedo al fracaso o equivocarte, entonces hay algo de amargura en ti. Crees que sin importar cuanto te esfuerces no lograrás cumplir tus sueños y te restas valor en cuanto a lo que eres capaz de hacer.

- PIENSAS QUE NO TIENES OPCIONES
Las personas amargadas se manejan con los extremos, por ejemplo, blanco y negro, sí y no, posible e imposible, de hecho la palabra imposible es de sus favoritas. El ver la realidad de esta forma te hace creer que no tienes opciones ni soluciones a tus problemas, lo cual a su vez incrementa tu amargura.

- CRITICAS TODO
Y no quiere decir que debas aceptar que todo está bien, pero caer en la crítica sin fundamento es un hábito que los amargados tienen muy arraigado.

La crítica se une al pesimismo y el prejuicio formando un sentimiento de amargura respecto a todo lo que te rodea. Es bueno tener un criterio agudo pero también es necesario aprender a identificar lo bueno de la vida porque no todo está mal.

Fuente: Soy Carmin