La psoriasis es una enfermedad inflamatoria de la piel que acelera el ciclo de vida de las células cutáneas. Este comportamiento produce que las células se acumulen rápidamente en la superficie de la piel, y las excedentes forman escamas y manchas rojas que causan picor y muchas veces dolor.

Se calcula que afecta a un 3% de la población, y la padecen hombres y mujeres por igual a cualquier edad.

Es más frecuente en personas entre los 15 y 20 años.

Es una patología imprevisible con periodos libres de enfermedad y otros de agravamiento y duración muy variables, pero en general su curso es crónico.

Hasta el 80% de las personas que la tienen, la padecen durante toda su vida ya sea de forma intermitente o continua.

Causas de la psoriasis
Pueden ser: causas genéticas, inmunológicas, medioambientales, o psicológicas.
En el 25% de los casos existe una predisposición genética a padecer la enfermedad, pero tiene que existir además la presencia de otros factores desencadenantes.

Como puede ser infecciones crónicas, determinados medicamentos como betabloqueantes o que contenga litio, nerviosismo, estrés, obesidad, ingesta de alcohol, cambios hormonales, o exceso de exposición al sol.

Signos y síntomas de la psoriasis
Se forman parches en la piel que se clasifican como eritroescamosos que intervienen en los vasos de la piel, como en las capas más profundas de la epidermis.

También es una enfermedad que se manifiesta de forma muy distinta en cada individuo y la clasificación se basa en la forma y patrón de las escamas.

Las lesiones pueden localizarse en distintas partes del cuerpo lo más común es encontrarlas en el tronco, sobre toda la espalda, en las extremidades, y cuero cabelludo.

Puede llegar a afectar zonas como axilas, genitales, ombligo, y bajo las uñas.

Diagnóstico
Se realiza mediante la observación del área donde aparecen las descamaciones y las lesiones cutáneas.

Al avanzar, los médicos pueden reconocer fácilmente su patrón de descamación característico, por lo que no hace falta realizarse pruebas diagnósticas.

En algunas ocasiones se realiza una biopsia de la piel, para confirmar el diagnóstico y descartar otras patologías.

Tratamientos
Los tratamientos reducen la inflamación y aclaran la piel.
Pueden dividirse en: tópicos, fototerapia, y medicamentos sistémicos.

Tópicos

Suelen recomendarse cremas, lociones, limpiadores, y pomadas para aplicarlas en la zona.

Fototerapia

Es un tratamiento muy beneficioso para este tipo de pacientes.

Algunos pueden necesitar un refuerzo específico con luz ultravioleta y medicamentos.

También conocida como foto quimioterapia, se toma el medicamento por vía oral o inyectado para potenciar los efectos de los UVA.

Fármacos sistémicos

Son de uso oral, aunque también pueden utilizarse inyectables.

Importante
La psoriasis es una enfermedad crónica que se mantiene durante toda la vida.

Si se activa el tratamiento adecuado su calidad de vida será mejor.

Es fundamental mantener una higiene adecuada en la piel, para evitar que se produzcan infecciones que pueden originar lesiones y un nuevo brote de la enfermedad.

Fuente: Nosotras