El joven que alegadamente fue abusado sexual y físicamente por el sacerdote Miguel Bienvenido Florenzán Ulloa, fraile de la Orden de San Agustín de La Vega, trató de suicidarse en varas ocasiones, según el informe sicológico forensa presentado por la Fiscalía.

El expediente señala que los abusos sexuales iniciaron cuando la víctima era menor de edad y cursaba sus años de básica en el Colegio Agustiniano de esa provincia, donde Florenzán Ulloa fungía como director y profesor.

También resalta que Florenzán Ulloa agredió, violó sexualmente en varias ocasiones, ejerció violencia verbal y psicológica, y facilitó productos adictivos (alcohol) en perjuicio de la víctima.

En el relato testimonial, la víctima narró que en una ocasión cuando el colegio realizó un viaje al extranjero, Florenzán Ulloa se aprovechó para abusar de él en una habitación del hotel donde se hospedaban, y que debido a su ausencia la coordinadora del grupo y participantes del evento lo dieron por desaparecido, por lo que el imputado le dio bebidas alcohólicas para que fingiera que estaba borracho y simular que estaba perdido.

El documento destaca que tras los constantes abusos, en el examen psicológico la víctima presentó un estado de frustración, reactividad emocional, ansiedad, depresión, síntomas de evitación y trastornos de estrés postraumático.

La psicóloga Milena Ortiz, a cargo del informe parcial de los hechos, recomendó que la víctima debía realizar un proceso psicoterapéutico para tratar el trauma.

Florenzán Ulloa habría cometido los abusos en el centro escolar, en viajes a otros lugares del país y en un viaje al exterior. Hechos ocurridos desde el año 2009, fecha en la que el fraile ingresa al centro educativo vegano, hasta el 2015 cuando la víctima culmina el bachillerato.

Fue en 2017 cuando la víctima presentó su acusación a las autoridades luego de recopilar varias pruebas.