Redacción Internacional.-.- El estadounidense Stephen Ringo, cuyo matrimonio terminó porque era “demasiado gordo para el sexo”, según su esposa, se ha quitado nada menos que 101 kilogramos y parece otra persona, informa The Mirror.

Ringo, programador estadounidense de la ciudad de Johnson City, en el estado de Tennessee, pesaba 184 kilos en 2016. Solía ​​comerse en el almuerzo dos ‘Big Macs’, dos paquetes grandes de patatas fritas, 20 ‘nuggets’ de pollo y dos grandes vasos de cola. Y cenaba con pizza. Y así todos los días.

Debido a su enorme vientre, le resultaba difícil incluso ponerse calcetines sin ayuda. El programador admitió que su autoestima era muy baja, y entró en depresión. Y su esposa lo abandonó.

Después del divorcio, Ringo decidió cambiar radicalmente de hábitos. Poco a poco, el hombre fue abandonando la comida basura y empezó a ir al gimnasio diariamente.

Con el paso del tiempo, el estadounidense comenzó a comer solo de cinco a nueve de la tarde. Desde ese momento cenaba pavo con judías verdes y manzana. Y de postre palomitas de maíz dietéticas y leche baja en grasa.

El estadounidense aguarda algún retoque estético, pero asegura sentirse mucho más seguro. Y espera que ello repercuta en sus futuras relaciones de pareja.