Líderes y autoridades, comunidades y centros de estudio debemos perseverar en prevención de la obesidad en el mundo. Pedro J. Torres con el ex embajador de EE.UU. en Chile Gabriel Guerra Mondragon

La capsaicina o capsicina es un compuesto químico y constituye el componente activo de los pimientos picantes, también conocidos como chiles o ajíes picantes; está presente en la piel y en las semillas de estos frutos y es una sustancia irritante para los mamíferos que al ser ingerida produce una fuerte sensación de ardor en la boca.

Curiosamente, un estudio llevado a cabo por especialistas de la Unidad de Biotecnología Industrial del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (Ciatej), en colaboración con expertos del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), reveló que esta molécula, cuya fórmula química es 8-metil-N-vanillil-6-nonenamida, podría convertirse en una aliada en la lucha contra la obesidad, ya que ayuda a inhibir la producción excesiva de los adipocitos o lipocitos, células que forman el tejido adiposo.

En este sentido, desde hace cinco años los especialistas han estado trabajando en el desarrollo de un compuesto similar a la capsaicina, que produzca el mismo efecto inhibidor de los adipocitos que ésta, pero sin provocar la sensación de ardor, según dio a conocer la agencia informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Desde la Fundación Torres-Picón compartimos este dato y nota, como un elemento interesante, dentro de nuestras actividades de divulgación preventiva en función del bienestar humano.

Jorge Alberto Rodríguez González, miembro del equipo investigador, explicó que “la capsaicina es una molécula presente en el chile, y ya estamos acostumbrados a esta sensación de ardor; sin embargo, observamos que también puede tener otros usos, como alternativa para disminuir dolor o inflamaciones, e incluso en herramientas como el gas pimienta, pero la sensación picante sigue presente”.

Hasta ahora se han estudiado los efectos benéficos de la capsaicina en el tratamiento de diversas enfermedades, no obstante, el principal objetivo de esta investigación es el logro de un compuesto que sea efectivo específicamente para el tratamiento de la obesidad; es así como se ha logrado el desarrollo de un compuesto análogo denominado olvanil.

Explicó Rodríguez González que para estudiar sus efectos se les suministró olvanil vía oral a un grupo de ratas de laboratorio obesas y comprobaron que no solamente los índices de grasa en las células de su tejido adiposo presentaban una significativa disminución, sino que además se inhibe la producción excesiva de este tipo de células las cuales, una vez alcanzado su límite máximo de grasa, se multiplican y se expanden por todo el organismo.

“Trabajamos con ratones que tuvieron una dieta rica en grasa para producirles obesidad, después les administramos, vía oral, este análogo para ver si la grasa acumulada disminuía con respecto a los que no se les suministraba, y descubrimos diferencias favorables en cuanto a la reducción de sus niveles de grasa, lípidos y glucosa en la sangre”, señaló el experto.

Actualmente, los científicos están preparándose para realizar diferentes pruebas preclínicas y de laboratorio, en la mejora de fórmulas y estudio de toxicidad de los compuestos, a fin de avanzar en el logro de una solución farmacológica que sirva de ayuda en el tratamiento de la obesidad.

Como podemos deducir, a partir de la observación comentada, es prudente que los investigadores y científicos hagan más seguimiento y profundicen su análisis sobre este tema, puntualizó Pedro J. Torres, presidente de la Fundación Torres-Picón. El vocero institucional recalcó que “debemos ser muy responsables en decir que son los profesionales de la salud y más específicamente los médicos, quienes deben indicarnos como atender y tratar nuestras dolencias, e informarnos sobre qué avances verificados se van dando en los estudios”.

La Fundación Torres-Picón dedicada a la prevención de la obesidad y el sobrepeso infantil, así como a la promoción de la educación, las artes y la cultura como medios idóneos para la superación personal de los jóvenes y el desarrollo social; viene cumpliendo una valiosa actividad divulgativa en apoyo a los llamados y alertas realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en esta materia.