Aunque cumplió con su deber en función de la labor desempeñada en una institución encargada de la protección de los ciudadanos, y de los preceptos biblicos que hablan de no apoderarse de lo ajeno, es digno de imitar el noble gesto del agente de la Policía Nacional asignado a la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET), que devolvió 100 mil pesos que se encontró en un sobre.

El buen accionar de José Alberto de los Santos, toma mucho más valor cuando proclama que no espera ningún reconocimiento, porque fue criado por sus padres para hacer las cosas bien,

El hecho ocurrió el pasado domingo cuando el cabo de la AMET se encontró un sobre con RD$100 mil, propiedad del funcionario del Centro de Exportaciones e Inversiones de la República Dominicana (CEI-RD), Horacio Álvarez.

Alberto de los Santos rechazó una recompensa del funcionario, alegando que se trataba del cumplimiento de un deber por el que no debía recibir dinero.

En una sociedad donde se han perdido los valores, y donde las malas acciones son vistas como buenas y hasta premiadas, cobra mucho más valor el noble gesto de este ciudadano.

La mayor recompensa que debe recibir Alberto de los Santos, es un reconocimiento público de la Autoridad Metropolitana de Transporte y de la propia sociedad dominicana, porque su gesto es una palpable demostración de que todavía en la República Dominicana existen personas que apuestan por una mejor sociedad.

El agente de la AMET dijo que sus padres le inculcaron que hay que tener valores morales, y que lo único que nos hace avanzar es el trabajo honesto, que no hay que robar, ni tampoco cometer ningún acto reñido con la moral".

Residente en La Zurza, proviene de una familia muy pobre. Su padre, Feliciano de los Santos, los crió haciendo "chiripas", y su madre, Antonia de la Cruz Manzueta, de 65 años de edad, se dedica a los quehaceres domésticos.

El cabo José Alberto de los Santos dijo que su deseo fue siempre ingresar a la Policía para hacerse miembro de la AMET, donde gana RD$7,500 al mes. Es padre de un niño que va a una escuela pública, y paga de casa RD$3 mil.

"Nunca pensé en cogerme ese dinero, inmediatamente lo devolví a su dueño, y él me estaba dando una cantidad, y no se la acepté, le dije que como Policía estamos para servirle a la ciudadanía", recordó.

En mi nombre, y el resto del personal del periódico Apunte.com.do, reciba nuestras más sinceras felicitaciones.

Honor a quien honor merece. Bien por el cabo José Alberto de los Santos. Su gesto es digno de ser imitado.

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