Por: Mercedes Castillo

e-mail: mcastillosandoval@gmail.com

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El turismo es una de las actividades humana más placentera, saludable y necesaria para la felicidad de la gente.

En sí mismo, el turismo encierra un proceso hermoso de alegría,integración social y de intercomunicación entre los participantes.

El turismo,sin dudas, beneficia grandemente la salud físico-mental del ser humano, lo cual es maravilloso para la existencia y convivencia sana.

Como actividad vinculada al esparcimiento,a la recreación y a la salud debe ser fomentada y respaldada con mayor ahínco por los ministerios de Turismo,Salud, Medio Ambiente y Deportes, para que cada día más dominicanos/as se beneficien directamente junto a la familia.

Para esos fines deben crearse mecanismos de apoyo en las comunidades e instituciones y sectores. El turismo no solo debe ser enfocado desde el punto de vista del beneficio que pueda generar como industria turística,sino también,desde la óptica de la salud de la población.

Una persona estresada, angustiada, cansada,atribulada tiene al turismo como su gran aliado.Muchísimo mejor que un
tratamiento médico para su salud mental.

Por su parte el civismo es la expresión inequívoca del buen comportamiento de la gente.Es decir, el respeto a los derechos
humanos de los demás, la cortesía,la urbanidad, el compromiso ciudadano y la solidaridad humana.

Con pena debemos reconocer que la urbanidad ha brillado por su ausencia, de lo contrario, no hubiésemos visto  perplejos la impresionante cantidad de basura,de plásticos en el Malecón de Santo Domingo, en donde la alcaldía del Distrito Nacional recogió en tiempo récord toneladas y toneladas de basuras.

Esa falencia cívica comunicó y sigue comunicando al turista nacional e internacional descuido y abandono en nuestras playas,ríos y en las ciudades involucradas, especialmente, en la Primada de América.

Las alcaldías deben prestarles la debida atención al drenaje pluvial, al buen manejo de los desechos sólidos, y disponer colocación de zafacones en puntos claves, así como implementar un programa de educación cívica con el propósito de concienciar a los munícipes sobre sus deberes ciudadanos.

No se puede permitir que una parte de la ciudadanía siga lanzando basuras en desagües,cañadas, arroyos, ríos, playas, callejones,calles,avenidas y carreteras, pues al final, todas van a parar al mar, como ocurrió,algo vergonzoso.

Aplaudimos la presencia de los barcos especiales,que recogerán los desechos sólidos y las lilas contaminantes de los ríos Ozama e Isabela. Importante iniciativa de la Fundación Tropigas. Con dicha limpieza se comunicará civismo.De eso se trata.