Bienvenidos a Baní

Bienvenidos a Bani, pregona el discurso escrito en un bohío municipal construido con motivo de la Feria del Mango. 

Bienvenidos a Bani y de repente reparo en que el discurso se construye no solo con las palabras que se pronuncian o escriben, sino con los hechos que le dan coherencia y que hacen elocuentes las palabras. 

Bienvenidos a Bani y con dolor compruebo la incoherencia del discurso oral o escrito y me molesta y me duele por la bien ganada fama de la hospitalidad banileja.

Bienvenidos a Bani dice el discurso escrito para ser leído y pronunciado y nos visitan dos honorables jueces de la Suprema Corte de Justicia, uno de ellos con problemas de movilidad o locomoción y en esa muestra de la casa municipal en la feria banileja del mango, no solo fueron incapaces de brindarle un asiento, una silla a estos notables del país; sino que cuando como persona preocupada por las cosas de Bani he procurado suplir la falta cabildeando para que momentáneamente aportaren dos sillas a estas dignidades y personas notables, a pesar de sus condiciones y problemas de movilidad, se les ha negado un asiento, lo que no le suma nada al Ayuntamiento de Baní, ni a la Feria Banileja del Mango. 

Bienvenidos a Bani y para darle contenido a este discurso enarbolado por nuestras autoridades municipales y por el Departamento de Relaciones Publicas del Ayuntamiento, he debido trasladarme a mi hogar y no me pesa, aprovisionarme con dos sillas, para que dos dignidades de la Suprema Corte de Justicia de la República Dominicana, una de ellas con limitaciones de locomoción pudiere sentarse y descansar unos minutos en la Feria 

Feria Banileja del Mango.

Bienvenidos a Bani? Por Dios!!! este es el divorcio entre el discurso coherente y los hechos y ojalá, esto nunca vuelva a suceder.