El presidente Danilo Medina asumió una postura digna de un Jefe de Estado frente a la corrupción que le endilgan a su Gobierno con los casos de corrupción, y en específico con el de Odebrecht, uno de los más recientes.

Medina se pronunció con mucha energía con su advertencia de que no existen "vacas sagradas" en su gobierno, y que el caso Odebrecht será llevado hasta las últimas consecuencias "caiga quien caiga".

Su discurso en el Congreso Nacional en este aspecto llenó las expectativas del país, diciendo más de lo que la población podría haber esperado, sobre todo tratándose de un gobernante que no se había comportado de la manera más correcta frente a este tema.

Al mandatario se le habían conocido pocas o ninguna acciones frente a la corrupción, pero en esta ocasión como se dice en buen dominicano “se puso los pantalones”, tras proclamar a todo pulmón que quienes incurran en actos ilícitos serán sometidos a la Justicia, y que apoya todo lo que haga la Procuraduría General de la República.

Bien por el presidente Medina, pero ahora el país aguardará por saber, si su discurso estará en sintonía con las acciones de su gobierno frente a este grave flagelo de la corrupción, porque hay una refrán muy popular que señala que del “dicho al hecho hay mucho trecho”...

Esperemos pues, para saber si se trató de una “pantalla o un puro allante y movimiento” del presidente Danilo Medina para bajar la “marea” frente a los ataques contra su Gobierno, como suelen hacer nuestros gobernantes cuando la población le reclama por sus malas acciones.

El tiempo hablará en consecuencia.