Llevarse una lunchera o "vianda" desde la casa y almorzar en el trabajo, en el propio escritorio, frente a una computadora, es cada vez más habitual en diferentes países.

No es fácil lograr armarse un menú agradable y saludable para cada día.

Muchas veces, las trabajadores terminan tomando lo que encuentran en su nevera o su alacena por la mañana y lo combina con alguna otra cosa que compra en el puesto de la puerta de su oficina.

A veces existe en su trabajo un microondas donde calentar la comida. Otra veces, no. Y hasta utiliza una cafetera para hacerse una sopa.

Sitios como saddesklunch.com ("Almuerzo triste en el escritorio") recopilan fotos de las comidas más patéticas en horario laboral.

 

 

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